Como Sobrevivir a las Fiestas Navideñas

ES LA EPOCA MAS MARAVILLOSA DEL AÑO!

Y al igual que cada temporada de vacaciones, hay una muy buena 
posibilidad de que vas a encontrar amigos o familiares que no com-
parten sus creencias cristianas.  ¿Qué vas a hacer si las cosas se 
ponen incómodas? ¿Qué pasa si la familia comienza a discutir? Y lo 
más importante, ¿cómo compartir a Cristo y amar a la gente justo en 
el medio de todo esto?

Relajate ... estarás bien!



Te diré cómo representar a Cristo y así inspirar a la gente a querer conocerlo.
La oración es poderosa!

Ore antes, durante y después de reunirse con amigos y familiares. Pídale a Dios que le dé sabiduría para saber cómo y cuándo hablar, y para ayudarte a mostrarles que los ama incondicionalmente (Santiago 1: 5 ). Ore para que Él cambie sus corazones y les revele la verdad de su Palabra (ver 2 Corintios 4: 4). Y oren para que descubran el amor de Dios para ellos, y su necesidad de salvación a través de Jesucristo.


Evite el drama.

Usted puede ser el único representante de Cristo que van a ver (1 Pedro 3: 1-2), y ellos sabrán que eres auténtico por la forma en que amas a las personas (Juan 13:35). Así que si la gente empieza a quejarse ... ni siquiera "te metas" con ellos.

Sea un animador! Ayudar a las personas a obtener una perspectiva positiva y ver lo bueno en sus circunstancias y en las otras personas. Ayúdales a conciliar en vez de que se queden ofendidos, y asegúrese de evitar el quedar ofendido usted mismo o cargar los problemas de otras personas(Proverbios 04:23, Santiago 1:19, y Lucas 21:34).

La parte de "La Salvación" es de Dios.

El Espíritu Santo es el que les revela a la gente del pecado y convence , no nosotros (Juan 16: 8). Y recibimos la salvación por la gracia de Dios mediante la fe, no por el trabajo duro o la persuasión.

Así que ore por las personas y amelos incondicionalmente. Y cuando llegue el momento de guiar a alguien en la oración para aceptar a Cristo, Dios hará que sea más clara. Sólo tiene que estar listo (1 Pedro 3:15).

Compartir el Evangelio y ayudar a alguien que conozca a Jesús es un honor y un privilegio que tenemos como creyentes. Cuando Dios abre la oportunidad para usted, ofrecerte a  orar con su amigo o miembro de la familia. Y recuerde  invitarlos a la iglesia o ayudarles a encontrar una  iglesia asociada cerca de ellos para que puedan seguir creciendo en su fe



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