QUE TU CORAZÓN SEA COMO EL DE UN NIÑO


Cierto día, unas personas trajeron a Jesús unos niños pequeños para que los bendijera. Los discípulos, pensando que le molestaría, lanzaron reproches contra ellos.

La Biblia nos dice que Jesús se indignó por esto, y que les dijo que “el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él” (Marcos 10:14-15).

¿Qué quiere decir “recibir el reino de Dios como un niño”?

  • Un niño disfruta pasando tiempo junto a su Papá. ¿Y tú, disfrutas cuando pasas tiempo con tu Padre Celestial?
  • Un niño tiene un corazón sencillo: cree lo que se le dice. ¿Y tú, crees, tienes plena confianza en lo que dice su Palabra?
  • Un niño es espontáneo, no piensa en cómo comportarse, o en lo que sería correcto decir o hacer. ¿Es tu relación con Dios espontánea?

¡Hay tantas cosas que podemos aprender de los niños!

¿Dónde has puesto tu corazón de niño? ¿Lo sigues teniendo, está vivo en ti? Te invito a orar conmigo: “Señor, vuelve a darme un corazón de niño, un corazón que se maraville ante la vida, que confíe en ti y en tus promesas. En el nombre de Jesús. Amén”

Me alegro de que progreses en tu relación con Dios. ¡Felicidades!

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