¿A qué dedica su tiempo libre?
¿A qué dedica su tiempo libre?
Tiempo libre: ¿un espacio olvidado o una oportunidad de Dios?
Vivimos en un tiempo donde es fácil distraerse, perder el enfoque o simplemente “pasar el rato”. Pero la Palabra nos llama a aprovechar cada momento con sabiduría y propósito. Dios ya nos ha bendecido con todo lo necesario para avanzar.
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo” (Efesios 1:3).
Este es el momento de retomar lo que se ha estancado, de levantar lo que fue dejado de lado, de desarrollar lo que Dios ha depositado en usted.
No se quede mirando: actúe en fe
“El que al viento observa no sembrará, y el que mira a las nubes no segará”
(Eclesiastés 11:4).
La pasividad nos roba la cosecha. Si desea ver resultados, comience por hablar con fe, sembrar con diligencia y actuar con valentía. Las palabras que salen de su boca tienen poder.
“La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos”
(Proverbios 18:21).
Corrija su forma de hablar y dependerá de Dios
Eduque su manera de hablar. Corríjase. Si usted no lo hace, ¿quién lo hará? No dependa de sus propias fuerzas ni de la sabiduría humana. Confíe en Dios.
“Maldito aquel que aparta de mí su corazón, que pone su confianza en los hombres y en ellos busca apoyo” (Jeremías 17:5, DHH).
Aproveche bien sus tiempos libres
No los desperdicie. Haga cosas que edifiquen su vida y glorifiquen a Dios. No viva como quienes caminan sin dirección.
“Por eso debemos mantenernos alerta y vivir correctamente, y no tan despreocupados como viven algunos”
(1 Tesalonicenses 5:6, TLA).
“El que recoge en el verano es hombre entendido; el que duerme en el tiempo de la siega es hijo que avergüenza”
(Proverbios 10:4-5).
Un corazón entendido es un corazón que escucha. El tiempo sigue avanzando, y Cristo viene ya.
Noé escuchó, actuó… y se salvó
En los tiempos de Noé, las advertencias fueron ignoradas. Muchos vivían su vida sin prestar atención al mensaje. Hasta que fue demasiado tarde.
“Como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca. Y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:37-39).
Conclusión: Corazón arrepentido, tiempo aprovechado
Un corazón arrepentido encuentra su lugar. Este es el tiempo para actuar, obedecer, cambiar, hablar con fe, y caminar con entendimiento.
“Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo”
(2 Timoteo 2:7).
¿Qué va a hacer con su tiempo libre hoy? No lo desperdicie. Cristo viene. Viva preparado.
El que tiene oídos para oír, oiga lo que el Espíritu Santo dice a la iglesia (05/Ago/25)
¿A qué dedica su tiempo libre? Este es el momento ideal para aprovechar la oportunidad y usar lo que Dios ya nos ha dado (Efesios 1:3), para desarrollar lo que se ha estancado.
“El que al viento observa no sembrará, y el que mira a las nubes no segará” (Eclesiastés 11:4).
Si desea hacer algo, no se quede solo mirando: siembre y cosechará. Cambie las palabras que salen de su boca. Las palabras son semillas que dan vida o muerte a sus planes (Proverbios 18:21).
Eduque su forma de hablar; corríjase. Si usted no lo hace, ¿quién lo hará? Dependa de la ayuda de Dios.
El Señor dice: “Maldito aquel que aparta de mí su corazón, que pone su confianza en los hombres y en ellos busca apoyo” (Jeremías 17:5, DHH).
No descuide más sus tiempos libres: haga cosas de provecho. Por eso debemos mantenernos alerta y vivir correctamente, y no tan despreocupados como viven algunos (1 Tesalonicenses 5:6, TLA).
“El que duerme en el tiempo de la siega es hijo que avergüenza. El que recoge en el verano es hombre entendido” (Proverbios 10:4-5).
Un corazón entendido es un corazón que escucha. No conviene seguir durmiendo: el tiempo está pasando y Cristo viene ya.
En el tiempo de la advertencia del diluvio, nadie oía; dejaron pasar el tiempo, y cuando menos lo esperaban, llegó lo que se había dicho.
“Más como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca; y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:37-39).
Un corazón arrepentido encuentra su lugar. Aproveche el tiempo. Preste atención, y que Dios le dé entendimiento en todo (2 Timoteo 2:7).
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