MINISTERIOS PALABRA DE FE

EL AÑO AGRADABLE DEL SEÑOR. En este nuevo año debemos dedicar, consagrar, consultar, y poner en primer lugar al Señor en todo. Darle gracias por el regalo de vida y vida eterna que podemos tener en Él. Que todas las cosas que tenemos como salud, familia, trabajo, amistades hasta por lo mas mínimo son resultados de que nuestro Padre nos ama y de que somos importantes para Él. La palabra dice en Proverbios 16:3: "Encomienda al Señor tus planes y tus pensamientos y obras serán afirmados". Otras versiones dicen: " Pon tus actos en las manos del Señor  y tus planes se realizarán".  (DHH)  Esto nos indica que debemos tomarlo en cuenta. Claramente la Palabra nos dice en Proverbios 3:5-8. Que nos fiemos en Dios que quiere decir que confiemos en Él, que caminemos en Fe, que actuemos en su Palabra, que No  nos apoyemos en nuestra inteligencia porque  Él ve mas allá, sus planes son mucho mas prósperos y sabios. Jeremías 29:11. ¡Planes de bienestar! Y dice " .

1 Pedro 5: 7  (AMP)  envíen todas sus preocupaciones [todas sus ansiedades, de una vez por todas] a Él, porque Él se ocupa por usted [con el mayor afecto y lo cuida con mucho cuidado].

Romanos 8:37  (AMP) Sin embargo, en todas estas cosas somos más que vencedores y obtenemos una victoria abrumadora a través de Aquel que nos amó [tanto que murió por nosotros].

LEVANTA LA CABEZA . Aunque en la vida hay "aplastadores", también  hay "levantadores". En el Salmo 3:1-3, el Salmista dice que a pesar de su afligente  situación, no desespera ni comienza a deprimirse, porque confianza está en el Señor, el que levanta su cabeza. Cuando estamos deprimidos,  parece que todo a nuestro alrededor se derrumba. Perdemos fuerzas; nuestras cabezas, manos y corazones comienzan a decaer. Hasta nuestros ojos y nuestras voces están bajos. Llegamos a estar decaídos porque estamos mirando nuestros problemas en lugar que al Señor. Sea lo que fuera lo que nos causa el decaimiento, el Señor nos alienta atarvéz de su Palabra a levantar nuestras cabezas y nuestras manos y y mirarlo a Él. Encontramos unos de esos muchos ejemplos en Génesis 13:14, cuando Dios le dice a Abraham, que había sido defraudado por su sobrino Lot, que "levantara" sus ojos y mirara a su alrededor en todas direcciones, porque Él le daría como herencia todas