Que no te rindan las circunstancias
El que tiene oídos para oír, oiga lo que el Espíritu Santo dice a la Iglesia.
¿Como están tú manos, fuertes o débiles? Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles (Isaías 35:3). Manos fuertes habla de una actitud de victoria, seguir adelante edificando. No es tiempo de doblar las manos, eso es tener una actitud de derrota, esto es rendirse.
Nadie construye con manos cansadas. Moisés en tiempo de conflicto, ganaba cuando levantaba sus manos. Los enemigos retrocedían, llego un momento en que las manos de Moisés se cansaban. Aarón y Hur sostenían las manos de Moisés, y así vieron la Gloria de Dios, ganaron (Éxodo 17:8-12).
¿Si tus manos están cansadas a quien llamas para que te sostengan? Dios te ha dado la ayuda, es cuestión de volver a levantar tus manos. Moisés quería seguir con las manos alzadas hasta ver victoria. ¿Que esperas ver tu? Vuelve a levantar manos, señala victoria, no sigas marcando derrota, no vivas en fracaso. Vuelve, levanta manos. Contienda e irá debilita las manos. Quiero, pues, que los hombre oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda (1 Timoteo 2:8). El que fracasa, baja sus manos, ya no da señal de conquista, los problemas consumen al que se deja dominar por el fracaso. Vuelve a levantar las manos, pon firme tus rodillas para que se una todo tu ser espiritual, alma y cuerpo.
Ponte de pie, esto es esperanza en que vuelvas a conquistar (1 Tesalonicenses 5:23). Proclamad guerra, despertar a los valientes, acérquense, vengan todos los hombres de guerra. Forjad espada de vuestros azadones, lanzas de vuestros hoces, diga el débil fuerte soy (Joel 3:9-10). Use las manos, levanta, marca señal de más que vencedor por medio de aquel que nos amó (Romanos 8:37).
Cristo viene despierta valiente, vuelve y toma tu lugar. Que no te rindan las circunstancias (Romanos 8:35-39).
Presta atención y Dios te dé entendimiento en todo (2 Timoteo 2:7).
Pastor Asociada Mireya San.
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