¿Vas a amar o vas a odiar?
¿Vas a amar o vas a odiar?
El que tiene oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a la Iglesia
Por Pastor Asociada Mireya San
Hoy quiero hablarte de una decisión que marca el rumbo de tu alma: ¿vas a amar o vas a odiar?
Vivimos tiempos en los que muchos se mueven por el odio y, aún así, se atreven a decir que están bien. Rechazan la verdad, no quieren aceptar que el odio es fruto de una amargura profunda, causada muchas veces por malentendidos, heridas no sanadas y resentimientos que se han ido acumulando.
Cuando alguien te confronta con la verdad, se enoja. Pero lo que muchos no entienden es que, entre más intentas justificar ese odio, más se agotan tus fuerzas. Entra la debilidad, y eso te vuelve presa fácil para que el enemigo robe, mate y destruya tu vida.
Déjame recordarte algo: Jesús compró tu vida con Su sangre preciosa. Lo hizo por amor. La Palabra lo dice con claridad:
"Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres" (1 Corintios 7:23).
¿Sabes qué es un esclavo? Alguien que carece de libertad porque está bajo el dominio de otro. Y si no renuevas tus pensamientos conforme a la Palabra de Dios, seguirás obedeciendo instrucciones que no vienen del Espíritu Santo. El diablo, padre de mentira (Juan 8:44), sabe cómo engañar. Susurra mentiras a la mente: "nadie te quiere", "no eres aceptado", "siempre te malinterpretan". Y lo hace a través de malentendidos para provocar enojo, y de ese enojo brota la amargura... que termina llevando al fracaso. Satanás se opone a que seas libre. Y odiar es estar bajo su dominio. Por eso hoy te digo: ¡no sigas siendo esclavo!
Dios es amor (1 Juan 4:8). Y si permaneces en Él, en el amor, eres verdaderamente libre (1 Juan 4:18). Conocerás la verdad, y la verdad te hará libre (Juan 8:32).
El esclavo no tiene vida propia; vive la vida de quien lo domina. ¿Y sabes qué? En estos últimos tiempos, el carácter del ser humano ha cambiado drásticamente. La Biblia ya lo advertía:
"En los postreros días vendrán tiempos peligrosos, porque habrá hombres amadores de sí mismos..." (2 Timoteo 3:1-5).
Muchos aparentan lo que no son, se disfrazan para convencer con lo malo. Pero tú, amado hermano, amada hermana: no te dejes destruir. No entregues tu vida al control del mal. Corre a Cristo. Permite que Él te guíe, que lave tus ojos con Su verdad, para que puedas ver claramente y decidir con firmeza a quién ama tu alma.
"Por las noches busqué en mi lecho al que ama mi alma..." (Cantares 3:1-5).
"Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos" (Proverbios 23:26).
El que no ama, no ha conocido a Dios (1 Juan 4:8). Dios es verdad. El diablo es mentira, y su única intención es destruir.
Hoy quiero decirte con el corazón en la mano: ¡no sigas siendo esclavo!
¡Vence el mal! No te dejes vencer por el odio, por la mentira, por las tinieblas.
"No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal" (Romanos 12:21).
Cristo viene ya.
Presta atención.
Y oro que el Señor te dé entendimiento en todo (2 Timoteo 2:7).
El que tiene oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a la iglesia.
¿Tú qué decides: amar o odiar? Oyes que hay gente que se mueve por el odio y dicen estar bien. Se rebelan a aceptar que el odio es manifestación de la amargura, a causa de resentimientos por malos entendidos. No oyen al que dice la verdad; eso les causa enojo, y no entienden que, entre más buscan justificar el odio, más se agotan sus fuerzas. Entra la debilidad, y eso los convierte en presa, hasta que su vida termina.
Jesús compró tu vida; lo hizo por amor. "Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres" (1 Corintios 7:23).
El hombre que no renueva sus ideas o pensamientos es un esclavo que sigue y hace lo que se le dice. El diablo es padre de mentira (Juan 8:44), y engaña para lograr convencer a una persona de que nadie la quiere, de que no es aceptada. Trabaja a través de malentendidos. Esto provoca enojo, y ese enojo hace que salga la amargura, la cual es causa de muchos fracasos.
Un esclavo es una persona que carece de libertad por estar bajo el dominio de otro. Satanás se opone a que seas libre; odiar es estar bajo su dominio, y lo hace a través de tu mente. No sigas siendo esclavo.
Dios es amor (1 Juan 4:8). Y si permaneces en Dios = Amor, eres libre (1 Juan 4:18). Conoce la verdad para ser libre (Juan 8:32).
El esclavo vive la vida de quien lo dirige. En estos últimos tiempos, el carácter del hombre ha cambiado completamente (2 Timoteo 3:1-5). Aparentan lo que no son, para convencer a otros de lo malo.
El esclavo se deja destruir por el dominio de quien lo guía. No dejes que tu vida sea controlada por el mal. Corre a Cristo y permite que sea Él quien te guíe, y lave con su verdad tus ojos para que veas y puedas decidir a quién ama tu alma (Cantares 3:1-5).
"Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos" (Proverbios 23:26).
El que no ama, no ha conocido a Dios (1 Juan 4:8). Dios es verdad. El diablo es mentira y destruye. No sigas siendo esclavo: vence el mal. "No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal" (Romanos 12:21).
Cristo viene ya.
Presta atención, y Dios te dé entendimiento en todo (2 Timoteo 2:7).
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