¿Qué tan lejano está tu corazón?


¿Qué tan lejano está tu corazón?

“El que tiene oídos para oír, oiga lo que el Espíritu Santo dice a la iglesia”.


Cuando el corazón se aleja

¿Qué tan lejano está tu corazón de Dios? Muchas veces no logramos entender que esa lejanía es la causa de lo que ahora vivimos. Un corazón distante se llena de confusión, tristeza y desánimo.

Jesús fue claro: “Separados de mí nada podéis hacer” (Juan 15:5). Sin Dios, cualquier esfuerzo queda vacío. Por eso es fundamental colocar a Dios en primer lugar en la vida (Mateo 22:37).

Amar a Dios no es un sentimiento pasajero, es un estilo de vida. Es decidir vivir en la verdad, caminar en obediencia y dejar que Su amor guíe cada paso.

El amor derramado en nuestros corazones

La Palabra enseña que el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo (Romanos 5:5). Ese amor no es teórico, sino una realidad que nos fortalece en medio de las pruebas.

Sin embargo, cuando el corazón se aleja, aparece la frustración. Entre más lejos estés de Dios, más abatida estará tu alma. Entonces surge la pregunta del salmista:

  • “¿Por qué estoy desanimado?”

  • “¿Por qué está tan triste mi corazón?”

Y la respuesta es clara: porque el corazón está alejado de Dios (Salmos 42:5).

El enfriamiento espiritual

Jesús advirtió sobre estos tiempos: “Por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará” (Mateo 24:12). Esto no sucede de un día para otro, sino como resultado del descuido espiritual.

La relación de muchos con Dios se enfría cuando otras cosas toman el primer lugar: trabajo, preocupaciones, placeres o distracciones. Y aunque parezcan inofensivas, terminan robando el fuego del corazón.

La Escritura nos confronta con una pregunta seria: “¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?” (Hebreos 2:3). El descuido espiritual es peligroso porque nos desliza poco a poco hacia la indiferencia.

Tiempo de volver al Señor

Hoy es tiempo de oír la voz de Dios, de acercar tu corazón y de volver a Su presencia.

“Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos” (Hebreos 2:1).

No esperes a sentir ganas. No lo dejes para “cuando tengas tiempo”. La invitación de Dios es clara: “Venid luego, y estemos a cuenta” (Isaías 1:18).

Cristo viene ya. Y un corazón lejano necesita reconciliación con Dios.

 El llamado del Espíritu

Un corazón lejano vive en frustración, pero un corazón cerca de Dios vive en esperanza. Por eso, arrepiéntete, acércate al Padre y permite que Su amor restaure tu interior.

“Presta atención, y Dios te dé entendimiento en todo” (2 Timoteo 2:7).

Tu corazón fue creado para estar cerca de Dios. No vivas más alejado. Hoy es el día de reconciliación, hoy es el día de volver.








El que tiene oídos para oír, oiga lo que el Espíritu Santo dice a la iglesia (02/Sep/25).
¿Qué tan lejano está tu corazón? No puedes entender que esa es la causa de lo que ahora vives. Separados de Dios, nada podrás hacer (Juan 15:5). Es Dios quien debe ser primero en tu vida (Mateo 22:37). Amar a Dios es vivir en la verdad. Instruye el corazón en el Camino del Amor de Dios. El amor de Dios fue derramado en el corazón para que camines cerca y no lejano de Él. Y esta esperanza no nos defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado (Romanos 5:5).
Entre más te alejas, más vas a ver frustración, porque será abatida tu alma. ¿Por qué estoy desanimado? ¿Por qué está tan triste mi corazón? Porque está alejado de Dios (Salmos 42:5). Vuelve a la esperanza en Dios. “Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará” (Mateo 24:12). Dios es amor (1 Juan 4:8).
La relación de muchos con Dios se ha enfriado, y esto es descuido, porque se han puesto otras cosas en primer lugar; es un gran descuido. No sigas descuidando la relación con Dios. “¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?” (Hebreos 2:3).
Es tiempo de oír, porque esto 
acercará tu corazón a Dios. “Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos” (Hebreos 2:1). Con más prontitud atiende las cosas que has oído de Dios. No lo dejes para cuando tengas ganas. Ponte a cuentas con Dios (Isaías 1:18).
Cristo viene ya. Un corazón lejano necesita reconciliación con Dios. Corazón, arrepiéntete y sal de toda situación. Presta atención, y Dios te dé entendimiento en todo (2 Timoteo 2:7).


Comentarios

Entradas más populares de este blog

✨¿Qué Amas y Qué Odias? La Mentira Te Seca, la Verdad Te Libera✨

💬 Deja de Hablar Tanto de Dios... Y Comienza a Oírlo de Verdad

🕊️ Lo Que el Enemigo Tocó, Dios Lo Restaurará Siete Veces Más