CUANDO NO HABLAR.

CUANDO NO HABLAR.

A María le ocurrieron unas cuantas cosas bastante difíciles en su vida. Era una joven dulce y común que amaba a Dios, cuando un ángel del Señor se le apareció y le dijo que ella se convertiría en la madre del Hijo de Dios.

Ella debe haber pensado en José, el hombre con quien estaba comprometida para casarse. Se debe haber preguntado como le contaría semejante noticia, y como reaccionaria él. Se debe haber preguntado si sus padres y amigos creerían su historia.

Luego el tiempo paso y el nacimiento ocurrió. Los ángeles se le aparecieron a los pastores y les dijeron que fuesen al establo y adoraron al Cristo niño. Los pastores le contaron a María, a José y a todos los demás lo que había ocurrido. Estas eran cosas sobre las que María no hablaba. Las guardaba en su corazón y meditaba en ellas de acuerdo con Lucas 2:19.

A pesar de lo que haya sentido o pensado, María se mantuvo bajo control, porque le dijo al primer ángel que le trajo la noticia: "Que él haga conmigo como me has dicho" (Lucas 1:38).

Creo que cuando Dios nos dice algo, muchas veces debemos guardarlo para nosotros mismos. El nos da la fe para creer lo que nos ha dicho, pero si tratamos de contárselo a otros, podrían pensar que hemos perdido la razón.

Ese es el problema de compartir demasiado con los demás, nos desalentamos en lugar de animarnos mas. Las otras personas no siempre tienen la fe para creer lo que Dios nos ha dicho a nosotros.

Cuando Dios lo llamo a hacer algo, 

también le dió fe para llevarlo acabo.

No debe vivir con miedo todo el tiempo, creyendo que no es capaz de hacer lo que Él le a dado para que haga. Cuando tiene un don de fe, las cosas se hacen más sencillas. Pero a alguien que no tenga ese don de fe, estas cosas le parecerán imposibles.

Si el Señor le ha revelado el plan para su vida y le a manifestado los primeros pasos a seguir, guárdelo en su corazón. No lo hable con con cualquier persona. Dios se encarga de revelarle a las personas correctas en su vida que le edificarán, levantarán y ayudarán a cumplir la Palabra que le fue entregada.

Cuando Dios le hablo a María por medio del ángel, hubo un don de fe que vino con la Palabra que ella recibió del Señor, para que pudiera decir: "Que él haga conmigo como me has dicho". Pero fue lo suficientemente sabia como para no ir de puerta en puerta a contarle a la gente: "Recién recibí la visita de un ángel y me dijo que daré a luz al Hijo de Dios. Quedaré embarazada por él Espíritu Santo, y el niño que llevaré será el Salvador del mundo". María sabía como mantener su boca cerrada y su corazón abierto. ¡Lo aliento a que haga lo mismo!