¿Esperabas una cosa y resultó otra? ¿Sientes que Dios se ha olvidado de ti?


El que tiene oídos, oiga lo que el Espíritu dice a la Iglesia

📅 28 de julio de 2025 - Pastor Asociada Mireya San. 

¿Estás decepcionado(a)? 

¿Esperabas una cosa y resultó otra? ¿Te sientes olvidado por Dios? No estás solo(a). Muchos pasamos por momentos en que la pobreza mental, los complejos, o las circunstancias nos hacen pensar que Dios se ha olvidado de nosotros.

Gedeón también se sintió así…

Gedeón también pensaba que no era nadie. Pero Dios lo llamó de una manera muy distinta: “varón esforzado y valiente” (Jueces 6:12). Aunque él no se veía así, Dios ya había depositado en él el potencial para cambiar su historia... y la de todo un pueblo.

Gedeón podía comenzar un avivamiento. Pero para hacerlo, primero tuvo que reconocer quién era en Dios y tomar una decisión.

Cuando te hartas de vivir mal, llega el cambio

Cuando uno se cansa de vivir limitado, decepcionado o en derrota, es cuando se abre la puerta al cambio. En Jueces 6:12-21 vemos que Dios pone condiciones. No porque sea difícil, sino porque quiere nuestra parte.

“Si te esfuerzas y eres valiente, te levantarás en este lugar.”

La condición es nuestra parte en la ecuación: actuar con fe y obediencia para que Dios haga lo que solo Él puede hacer.

Moisés también tenía excusas… pero obedeció

Moisés era tartamudo (Éxodo 4:10), pero fue llamado a libertar a todo un pueblo. La condición era simple: “Ve y di a Faraón”. Era momento de actuar, de obedecer, de moverse.

Así también hoy, es momento de tomar decisiones que agraden a Dios.

Obediencia: el sacrificio que transforma

Gedeón obedeció, se sometió y ofreció un sacrificio. Eso es adorar a Dios: presentar nuestro espíritu, alma y cuerpo como una ofrenda (1 Tesalonicenses 5:23).

Obedecer cuesta. El alma y el cuerpo no quieren someterse, pero debemos dominar nuestra voluntad. No podemos dejar que nuestras emociones dirijan nuestra vida, porque terminaremos en más decepción.

“Porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.”
(2 Timoteo 1:7)

¿A qué hueles tú?

La Biblia dice que debemos tener aroma de santidad (Hebreos 12:14). ¿Qué aroma estás transmitiendo?

  • Gedeón tenía aroma de decepción... y lo cambió por aroma de santidad.

  • Moisés tenía aroma de complejo... y lo cambió por aroma de libertad.

Dios también quiere transformar tu aroma espiritual.

¡Cristo viene ya!

Es tiempo de levantarse, de dejar la decepción, el complejo, la apatía... y tomar una decisión firme. Presta atención a lo que el Espíritu está diciendo, y deja que Dios te dé entendimiento en todo (2 Timoteo 2:7).


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Y recuerda: si Dios lo hizo con Gedeón y con Moisés… ¡también lo hará contigo!


El que tiene oídos para oír, oiga lo que el Espíritu Santo dice a la iglesia
(28/Jul/25)

¿Estás decepcionado(a)? ¿Esperabas una cosa y resultó otra? La pobreza mental decepciona; los complejos no producen cosas buenas, y piensas que eres de los olvidados de Dios. Gedeón pensaba igual, pero resulta que Dios lo llamó varón, guerrero, valiente y esforzado (Jueces 6:12). Gedeón podía iniciar un avivamiento para el cambio. Si en este lugar te vas a levantar, es importante saber quién eres. Cuando se hartó de vivir mal, vino a él un cambio (Jueces 6:12-21).

Presta atención a las condiciones que Dios pone. Gedeón, si te esfuerzas y eres un varón valiente, te levantarás en este lugar. La condición es la parte que nos corresponde hacer, para que Dios manifieste lo que necesitamos. Condición es el requisito indispensable para que algo sea posible. Moisés era tartamudo, pero era un libertador (Éxodo 4:10). La condición era: “Ve y di a Faraón”.

Es el momento de tomar una decisión, de hacer lo que Dios dice, y verás resultados. Gedeón obedeció y se sometió. Hizo un sacrificio; esto es adorar a Dios, es presentar ofrenda… todo vuestro ser: espíritu, alma y cuerpo (1 Tesalonicenses 5:23).

Es importante tener presente que estamos delante de Dios, quien espera que tengamos una actitud de obediencia y sometimiento; y para ello, se tiene que hacer un sacrificio, porque el alma y el cuerpo no están dispuestos a obedecer ni a someterse. Es tiempo de dominar el alma y el cuerpo. No dejes que hagan lo que quieran, porque solo buscan problemas y sufren decepción. Porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio (2 Timoteo 1:7).

Se debe tomar una decisión. Debemos tener aroma de santidad (Hebreos 12:14). ¿A qué hueles tú? Gedeón tenía aroma de decepción, y cambió; ahora tiene un aroma a santidad. Moisés tenía aroma a complejo; ahora tiene un aroma a libertador.
¡Cristo viene ya!

Presta atención, y que Dios te dé entendimiento en todo (2 Timoteo 2:7).


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