DA CON GENEROSIDAD!

 El diccionario Larousse define una persona generosa como aquella que tiene grandeza de alma. Ser generoso es ser benevolente, clemente, indulgente, es mostrar el amor de una manera práctica. Es manifestar un atributo de la naturaleza de Dios, y es el llamado del creyente en Cristo.

Dios, al enviar a Jesús, no envió a uno de sus muchos hijos. No, Él dio todo lo que tenía: su único Hijo. Esta es la magnitud de Su generosidad: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”  (Juan 3:16).

Como nuestro Padre celestial, nosotros somos también llamados a dar lo mejor que tenemos y a honrar a las personas a las que se lo damos.

La generosidad no consiste solo en responder a una necesidad, sino en manifestar una acción proactiva que busca reforzar la identidad del otro.

Por tanto, la quinta clave para vivir una aceleración divina es ser generoso(a)!
¿Quieres marcar la diferencia en tu vida y en la de los que te rodean? ¿Quieres experimentar la aceleración divina? Entonces, querido(a) amigo(a), ¡decide convertirte en una persona generosa!