El Arte de Saber Esperar


El Arte de Saber Esperar

Muchas personas se decepcionan de Dios o dejan de orar porque no ven los resultados inmediatamente manifestados. Se piensa que Dios tiene una varita mágica con la que cumple todos nuestros deseos. Si fuese así, ¿para qué necesitaríamos fe? No habría necesidad de creer y solo buscaríamos a Dios por conveniencia; y una relación de dos no funciona de esa manera.

Dios es tan bueno y misericordioso que nos ha dado fe para que podamos desarrollarla y así ponerla por obra. Todo en el Reino de Dios tiene un propósito, y el esperar es uno de ellos. El saber esperar requiere de esfuerzo, fe, tiempo, perseverancia, paciencia y determinación. Y la paciencia es una virtud que se nos ha dado para poder acceder a esas promesas de parte de Dios.

La Palabra de Dios en Romanos 12:2 dice: "Alégrense por la esperanza segura que tenemos. Tengan paciencia en las dificultades y sigan orando" (NTV). Este pasaje nos insta a seguir orando y no darnos por vencidos. De hecho, al pasar por "la temporada de esperar", se nos da la oportunidad de acercarnos más a Dios, de depender de Él y de construir una relación de Padre e hijo.

"No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos" (Gálatas 6:9 NVI). Perseverar y caminar en paciencia es parte de hacer el bien. Por lo tanto, no nos desanimemos; sigamos hablando lo que queremos ver, sigamos confesando, sigamos meditando la Palabra de Dios de día y de noche, y sigamos manteniendo una actitud y una mentalidad de: "Ya fue hecho". Solo es cuestión de esperar el tiempo correcto.


Un error que solemos cometer es comparar nuestro proceso de espera con el de otra persona. Por supuesto que es la misma Palabra que aplicamos en nuestras vidas y la misma fe que se nos ha dado, pero la situación puede ser muy diferente. Puede que alguien haya recibido sanidad antes que usted o que personas de su misma edad ya estén en un nivel económico mejor, pero puede que esas personas hayan persistido hasta el final, nunca dejaron de confesar, sembraron como un acto de fe, entre otras razones. En lugar de comparar nuestras situaciones con las de los demás, mejor examinemos nuestra vida para detectar qué es lo que estamos haciendo mal, o en qué le estamos dando lugar al enemigo... (2 Corintios 13:5).

Agradezca por su tiempo de espera porque eso le hará ser una persona más agradecida y más consciente de la manera tan maravillosa en la que la fe trabaja. La manifestación puede que tarde su tiempo en llegar, pero usted decide con qué actitud va a esperar.

Habacuc 2:3 Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará. 

-Yirel P. Salinas 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿Qué hiciste durante este año?

¿Qué tienes en casa?

¿Qué has abandonado?