EL PRESENTE TE ESPERA

 



Hoy llegamos al final de esta serie de mensajes relacionados con la gestión del tiempo, y lo quiero hacer hablando del tiempo en el que vives: el presente.

Déjame que te pregunte algo: ¿Fuiste tan herido en el pasado que piensas que nunca podrás levantar cabeza? ¿Estás tan enfocado en tu vida futura qué la vida presente se te escapa entre los dedos?

En esta mañana, tu Padre te anima a que te agarres fuertemente a un regalo que sólo te ofrecerá una vez: el presente.

La Biblia nos habla del maná cotidiano: “y lo medían por gomer, y no sobró al que había recogido mucho, ni faltó al que había recogido poco; cada uno recogió conforme a lo que había de comer” (Exodo 16:18).

La lógica del mundo nos dice que tenemos que amasar el máximo de cosas posibles para que no nos falte nada más tarde. ¡Pero la lógica de Dios (la cual exige una fe mayor, más auténtica) nos dice que “hoy” basta!

Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas. Mateo 6:34

¿Qué relación tiene esto con la gestión del tiempo? Pues bien, esta perspectiva del día a día, de creer que todo lo que Dios te da hoy es suficiente, te ayudará a ser más consciente de tu presente, y de lo que es realmente importante. Dios te da hoy la comida qué te sustentará hasta mañana: esa confianza en medio de la prueba para seguir avanzando, la sonrisa de tus hijos(as) que te llena de gratitud, ese mensaje de tu amigo, esa Palabra del Señor que estabas esperando en tu tiempo de oración que te ayuda a salir de cisrcunstancias cuando las cosas se ponen difíciles...

No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Filipenses 4:6

Te invito a declarar esto conmigo en oración: “Padre, gracias porque me das con generosidad en función de lo que puedo recibir, y esto basta. Las heridas del ayer no impiden que tus bondades se renueven en mi vida cada día. Mañana puedo estar seguro(a) de que me ayudarás a empezar de nuevo, porque Tú eres fiel. ¡Señor, yo puedo poseer enteramente el “hoy” que me ofreces! Amén”.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Testimonio: Estaba segura de que Él me iba a sacar en victoria

Testimonio: Jesucristo Nuestro Gran Sanador Dr. Miguel Maldonado.

¿Escudriñas tu Vestidura?