“Usa lo que tienes”

Sé que no soy la única que ha pensado: ¿Para qué fui creada? ¿Cuál es mi propósito? ¿Tengo algún talento? La mayoría de nosotros, como hijos de Dios, hemos pasado por una situación similar en la que nos sentimos estancados y con una vida fracasada. Siempre solemos enfocarnos en lo que no tenemos y en cuestionar a Dios. Por esa razón, no vemos lo que sí tenemos justo frente a nuestros ojos. El Señor, en Su Palabra, nos hace saber que sus planes son mucho mejores que los nuestros (Jeremías 29:11) y que Él suple todas nuestras necesidades (Filipenses 4:19), y en esas necesidades están incluidas las respuestas a nuestras preguntas…

El 2019 fue un año muy complicado para mí por la simple razón de pensar en el futuro y en qué haría con mi vida. No entendía el amor de Dios y mucho menos tenía una relación con Él. En los últimos meses de ese año se nos enseñó sobre la oración y la confianza que debíamos tener al hablar con Dios. Nuestra pastora, Nuvia Hughes, nos exhortó a compartirle a Dios todo lo que nos estuviera robando la paz, y fue así como, el 29 de diciembre de 2019, le pregunté a Dios: “¿Para qué soy útil? ¿Por qué estoy aquí?”. Siendo sincera, fracaso era lo único que veía en mí, y justo en ese momento Dios me respondió diciendo: “Toma lo que tienes y úsalo”.

Justo enfrente de mí tenía mi laptop, porque antes de orar había estado haciendo un trabajo escrito para la universidad (escribir era algo que realmente disfrutaba hacer). Abrí la computadora y comencé a escribir mi primer blog llamado "La Perfección de Dios", y el resto es un maravilloso testimonio. Hoy en día me deleito en escribir sobre Dios y en que, a través de palabras, los demás puedan conocer a un Dios que ama, que corrige, que enseña, que restaura y perdona. Con este pequeño testimonio, solo quiero animarlo a que no pierda la esperanza en la oración y que ponga su mirada en el Autor y Consumador de su fe, en Jesús (Hebreos 12:2).

El Señor, en Juan 6:1-13, nos habla sobre cómo usó a un muchacho que tenía solo cinco panes y dos peces para alimentar a una multitud. ¡Usó a un muchacho! El Señor claramente no se fijó en la edad de esta persona ni en la cantidad de comida que él tenía. Jesús solo le pidió a sus discípulos que buscaran algo que Él pudiera usar, y así fue. El Señor bendijo los alimentos, los multiplicó y los repartió a una multitud. Lo mismo le dice el Señor a usted en este momento: “¿Qué es lo que tú tienes que Yo pueda usar?”. No es cuánto tienes, sino qué es lo que tienes.

Puede que todo este tiempo haya tenido el don o el talento para hacer algo, pero usted simplemente se ha enfocado en lo que no tiene. Busque glorificar a Dios con lo que le ha dado. Indague con el Señor sobre cómo puede desarrollar su voz, su talento para los instrumentos, su capacidad o gusto por las finanzas, su interés en la política, o incluso el anhelo que tiene en su corazón de emprender un nuevo negocio…

Dios está esperando que usted se dé cuenta de lo que tiene a su alrededor. Dios le ha dado la capacidad y la mente de Cristo (1 Corintios 2:16) para llevar a cabo Sus planes de forma exitosa, y Él anhela que Su perfecta voluntad se cumpla en su vida. Pero es ahora su turno de actuar. Comience a poner su fe a trabajar y use lo que se le fue entregado.

Antes de dormir, le animo a meditar en dos o tres versículos que vayan acorde con lo que el Señor ha puesto en su corazón, tal vez un proyecto, un nuevo trabajo, un negocio, o incluso la cosa más mínima. Y recuerde que todo es para la gloria y la honra de Dios y solamente para Él.

Yirel Salinas