¿Hasta cuándo vas a seguir vacío?
El que tiene oídos para oír, oiga lo que el Espíritu Santo dice a la iglesia
Pastor Asociada Mireya San
¿Hasta cuándo vas a seguir vacío?
La respuesta no la tiene nadie más: la tienes tú.
Tú decides cuándo. Pero hay algo que no se puede ignorar: ya no hay tiempo que esperar. Cristo viene ya, y es urgente llenar el corazón y la mente con la verdad y con el conocimiento revelado de Dios, porque solo la verdad hace libre (Juan 8:32).
No puedes ni debes permanecer vacío. El vacío espiritual siempre busca ser llenado, y si no es con Dios, será con engaño.
El vacío se llena de mentira
Cuando una persona se ejercita en el espíritu de desobediencia, comienza a llenarse de mentira. La mentira no llega de golpe; llega con palabras suaves, pensamientos repetidos y voces que convencen.
La mentira entra al corazón para que no creas, susurra al oído para que no escuches la verdad, y se instala en la mente para tomar control. Luego el cuerpo actúa conforme a lo que la mente ha aceptado (Romanos 12:2).
Por eso, un corazón vacío es terreno fértil para el engaño. Dios no quiere eso para ti.
La barca vacía de Pedro
Pedro sabía lo que era el cansancio y la frustración. Llegó con la barca vacía y dijo:
“Toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado.” (Lucas 5:5)
Había esfuerzo, había trabajo… pero no había resultado.
Jesús no lo dejó así. Le dio una instrucción: volver a intentarlo, pero esta vez de una manera diferente.
Pedro había hecho las cosas a su manera. Pero cuando decidió obedecer la palabra de Jesús, dijo algo clave:
“Más en tu palabra echaré la red.” (Lucas 5:5)
Ir más profundo: fe y obediencia
Jesús le dijo a Pedro:
“Boga mar adentro.” (Lucas 5:4)
Ir mar adentro es salir de la zona de comodidad. Es dejar lo conocido. Es confiar cuando ya lo intentaste todo y no funcionó. Es un llamado directo a la fe y a la obediencia.
Cuando Pedro obedeció, experimentó un milagro. La red se llenó, la barca casi se hundía, y su vida cambió para siempre. No solo recibió provisión, sino también un llamado espiritual y ministerial: ser pescador de hombres (Lucas 5:6).
Dios no quiere que vivas con la barca vacía. Quiere llenarte… pero a Su manera.
Llenos de Dios, no de necesidad
Cuando estás vacío, te sientes lleno de necesidad. Pero la Palabra dice que Dios ya suplió toda necesidad (Filipenses 4:19). El problema no es la provisión de Dios, es que no siempre estamos llenos de Él.
La fe se fortalece por el continuo oír la Palabra (Romanos 10:17). Por eso es vital escuchar la instrucción y obedecerla.
María dijo en las bodas de Caná:
“Haced todo lo que Él os dijere.” (Juan 2:5)
Tinajas vacías que fueron llenas
En Caná no había vino. Las tinajas estaban vacías. Jesús no las descartó; las llenó.
“Llenadlas hasta arriba.” (Juan 2:7)
Así quiere hacer Dios contigo. No a medias. No superficialmente. Hasta arriba.
Llenarte de la verdad te llevará a obedecer, la obediencia te llevará a la dirección correcta, y la dirección te llevará a una vida plena.
El Espíritu Santo mantiene el corazón lleno
Jesús dejó al Espíritu Santo para que no volvamos al vacío:
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Él guía
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Él dirige
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Él enseña
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Él consuela
(Juan 14:26)
Cuando le das lugar en tu vida, aprendes a caminar por fe y no por vista (2 Corintios 5:7). Ya no dependes de lo que ves, sino de lo que Dios ha dicho.
Cristo viene ya
Cristo viene ya. No sigas viviendo vacío. No sigas postergando la decisión. Hoy es el día para llenarte de Dios, de Su Palabra, de Su verdad y de Su Espíritu.
“Presta atención, y Dios te dé entendimiento en todo.” (2 Timoteo 2:7)
👉 Hoy es el día para dejar el vacío atrás. Llena tu corazón de Dios, obedece Su instrucción y atrévete a ir más profundo. Él quiere transformar tu barca vacía en una vida llena de propósito y fe.
El que tiene oídos para oír, oiga lo que el Espíritu Santo dice a la iglesia (22/Dic/25)
¿Hasta cuándo vas a seguir vacío? La respuesta es tuya; tú decides cuándo. Ya no hay tiempo que esperar. Cristo viene ya, y es necesario llenar tu corazón y mente de la verdad y del conocimiento revelado de Dios (Juan 8:32).
No puedes ni debes estar vacío. Necesitas la dirección de Dios. Cuando te ejercitas en el espíritu de desobediencia, te estás llenando de mentira, porque esta te ata con palabras que ella misma te dice. La mentira llena el corazón para que no creas, te habla al oído para que no oigas, y se mete a tu mente para tener control, y tu cuerpo hará lo que le diga (Romanos 12:2).
Pedro llegó con la barca vacía y dijo: “Toda la noche hemos estado trabajando y nada hemos pescado”. Jesús le respondió: vuelve y hazlo de nuevo (Lucas 5:5). Dios no quiere que estés vacío; quiere que te llenes de Él. Pedro hizo las cosas a su manera y no como Jesús le dijo.
Pedro boga mar adentro (Lucas 5:4). Pedro va más profundo: un llamado a la fe y a la obediencia para salir de la zona de confort. Pedro tiró la red a su manera, pero cuando quiso resolver su problema, hizo caso a la instrucción que Jesús le dio: “Mas en tu palabra echaré la red” (Lucas 5:5).
Experimentó un milagro y una bendición profunda en la vida espiritual y ministerial, y un llamado a ser pescador de hombres (Lucas 5:6). Cuando estás vacío, estás lleno de necesidad, y Dios suplió ya toda necesidad (Filipenses 4:19); pero tienes que llenarte de Él.
La fe viene como resultado por el continuo oír (Romanos 10:17). “Haced todo lo que os dijere” (Juan 2:5). Es importante oír la instrucción para obedecer. No había vino en las bodas de Caná; las tinajas se vaciaron y Jesús las llenó (Juan 2:7). Llenad hasta arriba.
Llénate de la verdad. Oír la instrucción te llevará a obedecer para llegar a la dirección. El Espíritu Santo guía, dirige, enseña y consuela para que no te vuelvas a vaciar (Juan 14:26). Dale lugar en tu vida y aprenderás a caminar por fe y no por vista (2 Corintios 5:7).
Presta atención, y Dios te dé entendimiento en todo (2 Timoteo 2:7).



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