El que tiene oídos para oír, oiga lo que el Espíritu Santo dice a la Iglesia.

El Que Tiene Oídos Para Oír, Oiga Lo Que El Espíritu Santo Dice a La Iglesia. 



Consolaos, consolaos dice el Señor, hablad al corazón y dile que su tiempo ha llegado (Isaías 40:1-2) para salir de la aflicción; se han acabado sus días tristes.


Pon a salvo tu corazón y en paz tu mente para que puedas ver días de
 consolación. Dile al justo que le irá bien (Isaías 3:10). Yo juro que serás feliz el resto de tu vida, que yo te sostendré al tiempo de aflicción, y en tiempo de tribulación te defenderé contra tus enemigos (Jeremías 15:11). Esto es lo que Dios quiere para ti, pero si tu no te acercas a Él con todo tu corazón y alma (mente), no será posible que vivas esto. 
De Dios vino el único que consuela y su nombre es Espíritu Santo (Juan 14:26: más el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi Nombre). El consuelo que Dios da es la enseñanza a través de la Palabra. El Espíritu Santo enseña todas las cosas y os recordará todo lo que Yo os he dicho. La Palabra de Dios es el Consuelo Divino para que tengas descanso en tu corazón y mente. Consuela Dios a quien de corazón sincero busca ser amparado. Solo hay una voz que Dios tiene para hablar, y hoy en día se oyen muchas voces y se confunden pensando que es Dios. Jesús dijo: Mirad que nadie os engañe (Mateo 24:4), no se turbe (sorprenda) vuestro corazón y no tenga miedo (hay demasiadas cosas que están sucediendo que son sorprendentes y no logras encontrar explicación), mas Dios no dice que nos quedemos en esa etapa, sino que entremos a buscar de su consuelo, pero ¿cómo? poniendo los ojos (mirada) en Jesús (Palabra), el autor y consumidor de la Fe (Hebreos 12:2).


Es un nuevo año para hacer un cambio permanente si verdaderamente eres hija (o) de Dios. Un hijo (a) debe de saber que tiene un Padre al que debe reconocer en todo lugar porque Dios (Padre) se ha mantenido firme en su deseo (3 Juan 2) para sus hijos. El que se cree hijo (a) pero no reconoce a Dios como su Padre, no le va a respetar porque solo son hijos que conocen a Dios de oídas y en eso no hay honra (1 Samuel 2:30). Con facilidad buscan consuelo en otras cosas como la música, los vicios y en gente que no habla lo que edifica. Los hijos que reconocen que tienen un Padre son los que se someten y cumplen con la voluntad del Padre. Aprended obediencia dice el Señor y no costumbres fuera de mi voluntad. Busca oír mi voz y consuelo de mí verdad tendrás. No te enfoques en lo que no te da paz y no confundas mas tu corazón y tu mente. Sal de esa gran confusión y aflicción y reconoce autoridad. Mi Palabra es verdad y es Lámpara a quien busca la luz (Revelación) (Salmo 119:105). La Paz os dejo, mi paz os doy, Yo no os la doy como el mundo la da (Juan 14:27). No te engañes al creer que vas a estar bien, si no buscas. Si dices que has nacido de nuevo eres entonces un ser viviente (un ser espiritual) que busca lo espiritual (2 Corintios 5:17).


Recuerda que las cosas de Dios son espirituales y no terrenales. ¿Quieres recibir de Dios paz y consuelo? Congregarse lo hacen los espirituales y los carnales dicen: ¿para qué? Él espiritual dice: necesito oír, porque sabe que por el oír viene la Fe para creer que Dios habla a través de la Palabra, (Romanos 10:17). Mis ovejas oyen mi voz, y Yo las conozco y me siguen (Juan 10:27-28). ¿A quién sigues? Si no es Dios, lo que sigas se va a hacer en ti un vicio que te atrapará. Por eso dice Dios que salgas de la aflicción. Ven a mi y se consolado (a), se guiado (a), ven-ven a mi, ¿qué te hice Yo? (Jeremías 2:3) dejaron mi fuente de agua viva.

El hijo prodigo dejó a su padre, dejó la casa (cobertura) y se fue lejos. Para volver tuvo que reconocer que tenía padre y que él era hijo. Dijo volveré a mi padre y le diré: Padre, he pecado contra Dios y contra ti (Lucas 15:18-20). Fue y buscó a su padre y lo encontró (Lucas 15:21-22) en el mismo lugar, y el padre lo recibió. Dios te recibe; búscalo como tu Padre que es, porque si eres hijo (a), tienes un Padre. Vuélvete a mí dice Jehová de los ejércitos (Zacarías 1-3), acércate. El 2023, año de oportunidad y de hacer las cosas bien. Acércate al Padre si no tienes casa y si no tienes Padre, eres huérfano (a). 

Presta atención y Dios te dé entendimiento en todo (2 Timoteo 2:7).

Pastor Asociada Mireya San. 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Testimonio: Estaba segura de que Él me iba a sacar en victoria

Testimonio: Jesucristo Nuestro Gran Sanador Dr. Miguel Maldonado.

¿Escudriñas tu Vestidura?