El Que Tiene Oídos Para Oír, Oiga lo Que el Espíritu Santo Dice a la Iglesia. -¿Cómo eras al principio?

 

El Que Tiene Oídos Para Oír, Oiga lo Que el Espíritu Santo Dice a la Iglesia.

¿Cómo eras al principio? ¿Cómo eres Ahora? Adán y Eva al principio vivían agradando a Dios, obedecían, y llevaban una comunión con Dios establecida en la verdad, tenían la imagen y semejanza de El (Genesis 1:26-30). Dios se movía en el Huerto con ellos, eran luz, honestos, fieles y cuidaban lo que Dios hizo para ellos (Genesis 2:14-25). Vivian felices, en paz, sanos y bendecidos, pero ellos no valoraron, y poco a poco fueron entrando en un estado de conformidad que los llevo a pensar que Dios siempre los iba a tener en el Huerto sin importar su comportamiento.

Ahora su estado era caminar en el desierto (Genesis 3:15-17). Antes eran luz y ahora eran oscuridad, se apagaron, se les fue el placer, el gozo, la paz. ¿Quién los cambio? Lo que ellos dejaron entrar en su alma. Dios sabia lo que ya había en sus corazones pero no podía obligarlos a que se arrepintieran porque el arrepentimiento es del hombre que reconoce que se ha inclinado al mal.
El tiempo se ha venido Iglesia, prepárate para el día en que oigas entra o vete. Permanece en comunicación con Cristo, para que cuando se manifieste tengamos confianza, para que, en su venida, no nos alejemos de El, avergonzados (1 Juan 2:28). Es necesario que todos comparezcamos, ente el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo (2 Corintios 5:10).

Algo vio la serpiente en ellos, la serpiente representa a satanás que es el que se opone a que tengas comunión con Dios, es enemigo de la obediencia. (Genesis 1:1-10). Se acercó a Eva para hablarle. Habían descuidado su relación con Dios, Adán no estorbo a Eva en el momento que la serpiente se acerco a ella. Eva hablo con la serpiente y comió del fruto, Adán no recordó lo que Dios le había dicho, no habló palabra alguna para cuidar su primer estado, no valoró. Comió y cayeron. Ahora la condición era fracaso, estaban separados de Dios, esto es estar muertos espiritualmente. Ya no podían seguir en el Huerto que es el placer. Fueron arrojados del Huerto. Fue puesto un Ángel en la puerta con el fin de que no volvieran a entrar.

Un verdadero arrepentimiento es cuando se habla con Dios, diciendo la verdad. Adán y Eva no lo hicieron, se culparon uno al otro, eso no es reconocer; es justificarse con pretextos que delante de Dios no cuentan, para Dios es: si o no (2Corintios 1:26).

 Hoy en estos tiempos así es el comportamiento del cuerpo de Cristo, por eso su estado ya no es como al principio. Ahora es falta de honestidad, fidelidad y obediencia. Por eso ahora es una vida de conformismo, pensando que Dios siempre va a estar con nosotros

Dios se apartó de Sansón. Y luego que despertó él de su sueño, se dijo: Esta vez saldré como las otras y me escaparé. Pero él no sabía que Jehová ya se había apartado de él (Jueces 16:20). Dios no es conformista. Dios busca en la Iglesia al Cuerpo de Cristo, honestidad, fidelidad, obediencia, no se puede caminar por fe cuando no se tiene el primer estado (2 Corintios 5:7).

¿Cómo fue nuestro inicio? Dios ha sido el mismo siempre, así sigue, principio y fin, no cambia, es fiel, honesto, y verdadero (Números 23:19). ¿Qué recuerdo tienes tu de tu principio? Tienes tiempo de escarbar, desenterrar con pies y manos esto es aprisa, hazlo, estamos viviendo cosas muy graves (2 Timoteo 3:1-9).

Esto está escrito en la Palabra (Biblia), Palabra profética mas segura (2 Pedro 1:19) Cavar, arañando, hazlo.

Adán y Eva se confiaron y cuando menos pensaron vieron la reacción de Dios, y los echo del Huerto (Genesis 3:24). Los expulsó, esto es una acción fuerte, largo de aquí, no tienen nada que hacer aquí.

No se puede dar Gloria a Dios en la Iglesia en otro estado que no sea como el principio. No hay un buen comportamiento, si tu principio lo enterraste. Cristo viene, nuestro estado es luz, nuestro principio (Juan 1:4). Vuelve a tu origen. Cristo es luz, el cuerpo tiene que encenderse. Crsito es la cabeza y la Iglesia es su Cuerpo. Se luz.

Presta atención y Dios te de entendimiento en todo (2Timoteo 2:7) (Colosenses 1:18).

Pastor Asociada Mireya San.

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