El Que Tiene Oídos para Oír, Oiga lo que el Espíritu Santo Dice a la Iglesia

¿Eres Feliz? La felicidad no depende de cosas, depende de tu relación con Dios. Solo Dios hace al hombre feliz. Dices que eres feliz, pero vives amargado(a).

 ¿Qué tan alegre permanece tu corazón? ¿A quién pertenece tu corazón? Estas satisfecho(a). ¿Cuál es tu relación? No se puede ser feliz cuando no hay una verdadera relación con Dios, de ahí viene la soledad, también el aislamiento. La mente inicia una negación a vivir en unidad. Justificarte es encubrir errores. Es tiempo de hablar la verdad y Dios espera que lo hagamos.

David tuvo que cambiar para ser restaurado y ubicado en su forma de vivir. Él pensaba que era feliz con relaciones equivocadas. David quito su mirada de lo que estaba a su alrededor y vio al monte. Se dio cuenta que ahí era el lugar para hablar con la verdad. Supo que del monte (Alturas) venía su socorro (Salmos 121:2). Subía al monte no a contemplar, sino a hablar de su condición. Ahí se dio cuenta que algo lo atormentaba en su mente (Salmos 121:6). Satanás se oponía que David fuera feliz con Dios, por eso lo llevaba a buscar una felicidad falsa en el pecado y en la mentira. Él quería tener una vida, pero con un fundamento de mentira (Juan 8:44), cuanta equivocación se vive, cuando no se habla con la verdad.

Es necesario reconocer quienes somos para ser restaurados. David tuvo que doblar el orgullo, la apariencia que quería tener delante de todos. Llegó el día en que David ya no pudo seguir en lo que no era, en lo que no vivía y subió al monte, lugar para orar- esto es hablar con Dios. Muchos hoy dicen que Dios me diga como estoy. Eso no va a suceder, eres tu hablando con la verdad y lo que estas haciendo.

Despierta, fortalece lo poco que te queda porque hasta que lo que queda está a punto de morir. Tus acciones no cumplen con los requisitos de mi Dios. (Apocalipsis 3:20). No vivas con una aparente felicidad. La amargura frustra y mata la ilusión y esperanza. David se arrepintió hablando la verdad, sacó todo lo que llevaba en su corazón. No dejes que tu mente te engañe diciéndote, Dios conoce lo que hay en tu corazón. Es verdad que Dios sabe todas las cosas, pero dice: el que encubre sus pecados, no prosperará, mas el que confiesa y se aparta alcanzará misericordia (Proverbios 28:13). Se necesita hablar la verdad con Dios.  

David dijo, He aquí tu amas la verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría (Salmos 51:6). David comprendió y actuó y su vida cambió. He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón quien hace todo lo Yo quiero (Hechos 13:22) (1 Samuel 13:14). Hablar la verdad es abrir el corazón, de esto viene el verdadero arrepentimiento para ser un verdadero hijo(a) de Dios. Puedes ser feliz. Presta atención y Dios te dé entendimiento en todo (2 Timoteo 2:7).

Pastor Asociada mireya San.

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