La Palabra es agua que trae manifestación de vida
El Que Tiene Oídos Para Oír, Oiga lo Que el Espíritu Santo Dice a la Iglesia.
¿Te has vencido? ¿Has dejado que palabras trabajen en tu mente y crees que ya no puedes? La Palabra de Dios dice que eres como árbol plantado junto a las aguas. El árbol vuelve a florecer, crece en lugares duros. Será como árbol plantado junto a corrientes de agua que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae, y todo lo que hace, prosperará.
Salmos 1:3. La Palabra es agua que trae manifestación, vida Juan 7:37-38. Quien se vence desea morir, desea acabar con todo, esto es destrucción, esto proviene del diablo, que quiere destruir, matar y robar. Juan 10:10. Mientras no te levantes, está el peligro de que el diablo te siga hablando a tu mente para que te destruyas, robes y mates. Aparta tu pensamiento de esa operación diabólica.
Es bienaventurado el que no anda en consejo de malos. Salmo 1:1. No te sientas en silla de los que te insultan con el fin de ofender y afrentar.
Recuerda que no es la persona, es el diablo operando a través de ellos, Levántate y cambia de silla y oye a quien te habla. Cristo habla a través de su Palabra. Medita de día y de noche en su Palabra. Salmos 1:2.
Dios llamó noche a las tinieblas Génesis 1:5. Tinieblas es tristeza, decepción, miedo y amargura. Entonces meditar la Palabra de noche es, ¡hazlo! Cuando estes triste, en decepción, miedo y amargura. Recuerda de que la Palabra de Dios trae libertad Juan 8:32. Día representa tiempo, de acuerdo con meditar la Palabra de día es: en tiempo de tristeza, de decepción, de miedo y amargura, meditar Palabra, no te abandones en el tiempo malo, ni dejes que las tinieblas, llamadas por Dios noche, te aten más tiempo. Cristo viene y el que está en tinieblas peligra.
Más vosotros hermanos no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. Porque todos vosotros sois Hijos de luz e hijas del día, no somos de la noche ni de las tinieblas. 1 Tesalonicenses 5:4-8. Levántate.
Presta atención y Dios te dé entendimiento en todo. 2 Timoteo 2:7.
Por Pastor Asociada: Mireya San
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