¿Qué camino estás recorriendo?


El que tiene oídos, para oír: Escucha lo que el Espíritu Santo dice a la Iglesia

En la vida, a menudo nos encontramos repitiendo los mismos patrones, sin darnos cuenta de que estamos dando vueltas en círculos. Esto fue exactamente lo que ocurrió con el pueblo de Israel. Durante cuarenta años, caminaron por el desierto, pero parecían no notar que estaban atrapados en un ciclo sin fin, siempre en el mismo lugar. ¿Por qué? Porque su corazón estaba lleno de necedad y desobediencia. En lugar de avanzar hacia la tierra prometida, se quedaron estancados, perdidos en sus quejas, dudas y luchas internas.

Un camino sin fin

La historia del pueblo de Israel es un espejo de muchas de nuestras propias vidas. En Números 32:13 y Éxodo 16:35, leemos que, en vez de tomar el camino que los habría llevado a Canaán en diez días, tardaron cuarenta años. ¿Por qué? Por la dureza de su corazón. 

En Éxodo 17:2-4, vemos cómo pelearon entre ellos y murmuraron contra Dios, mostrando una inmadurez que los mantenía alejados de la promesa de Dios. Así como los israelitas no lograron ver la tierra que tenían al alcance, muchos de nosotros seguimos andando en círculos, sin darnos cuenta de que hemos quedado atrapados en el mismo lugar.


La necedad es una atadura en nuestro corazón. En Proverbios 22:15, se nos dice que la necedad está ligada al corazón del muchacho, es decir, a la inmadurez. El que es necio no busca consejo, se cree sabio en su propia opinión y, a menudo, actúa de forma impulsiva. Esta actitud nos aleja de la sabiduría de Dios. Por eso, la clave para salir de ese ciclo de necedad y estancamiento está en buscar al Señor con todo nuestro corazón. En Proverbios 3:5-6, se nos exhorta a no depender de nuestro propio entendimiento, sino a reconocer a Dios en todos nuestros caminos.

La Palabra que nos libra

El Señor, a través de Su Palabra, nos ofrece la verdad que nos libera. La Palabra de Dios tiene todo lo que necesitamos para avanzar. La inmadurez y la terquedad nos atan, y muchas veces, nuestras palabras se convierten en una cadena que nos mantiene atrapados. En Proverbios 6:2 se dice que estamos atados por lo que decimos con nuestros labios. Israel repetía continuamente lo que vivió en el pasado, en Egipto, sin mirar lo que Dios estaba haciendo en el presente, sin ver las bendiciones que ya les había dado.
Dios les había provisto de todo lo necesario. En Deuteronomio 29:5, se recuerda cómo sus ropas y sandalias no se gastaron durante esos cuarenta años en el desierto. Esta provisión milagrosa era un recordatorio constante de que el Señor, su Dios, estaba con ellos. Pero ellos no lo veían. La falta de fe y visión les impedía comprender el poder de Dios que les sostenía. Así como ellos no entendían que el poder de Dios estaba detrás de todo lo que sucedía, muchos de nosotros vivimos sin reconocer el poder y la provisión que Dios nos da cada día.


Es tiempo de cambiar 

Es hora de dejar atrás la necedad que habita en el corazón y abrir nuestros oídos al Espíritu Santo. ¿Cuánto tiempo más seguirás por el camino que no tiene solución? El camino de la muerte es el camino de la necedad, como se nos dice en Proverbios 14:12. Pero hay esperanza. Dios nos ofrece Su sabiduría, y esa sabiduría es como una joya preciosa que debemos atesorar. Proverbios 22:17-19 nos exhorta a prestar atención a las palabras de los sabios y a aplicar nuestro corazón a la sabiduría, para que nuestra confianza esté plenamente puesta en Jehová.

Cristo viene, y es vital que prestemos atención a Su voz. El Espíritu Santo nos habla constantemente, invitándonos a salir de la necedad, a caminar por el camino de la sabiduría que nos lleva a la vida. No sigas atrapado en el ciclo de la terquedad. Es tiempo de escuchar y permitir que la Palabra de Dios transforme tu vida.

Recuerda que, si tienes oídos para oír, es el momento de escuchar lo que el Espíritu Santo tiene para decirte. Presta atención, permite que Su sabiduría te guíe, y camina en el camino que Dios tiene preparado para ti. Si decides abandonar la necedad y poner tu confianza en el Señor, verás cómo Él te conduce hacia un futuro lleno de bendición y propósito.

Pastor Asociada Mireya San 


Escrito Marzo 2025 ¿Qué camino estás recorriendo? El pueblo de Israel por cuarenta años caminaron por el mismo camino y no se dieron cuenta que estaban en el mismo lugar dando vueltas. Números 32:13, Éxodo 16:35. Ellos hubiesen llegado en diez días a Canaán, pero por la necedad del corazón retrasaron todo. Actuaron como niños, peleando entre ellos y murmurando contra Dios. Éxodo 17:2-4. Se les llenó el corazón de necedad. Estaban libres pero seguían atados. La necedad está ligada en el corazón del muchacho. Mas la vara de la corrección la alejará de él. Proverbios 22:15. Muchacho=inmaduro, no busca consejo, se cree sabio en su propia opinión. No dependas de tu propio entendimiento. Busca a Dios en todo tu corazón. Proverbios 3:5-6 el Señor es la Palabra de Dios, en ella está escrito todo lo que el necio=terco debe oír para salir del mismo lugar. Aliméntate de la verdad. Salmos 37:3. La necesidad te ata con dichos que salen de tu boca. Te has enlazado con las palabras de tu boca. Y has quedado preso=atado en tus dichos de tu labios. Proverbios 6:2. El pueblo de Israel repetía lo que vivieron en el pasado=Egipto y no miraban que ahora estaban en otro lugar donde Dios suplió todo para ellos. Durante cuarenta años te guié por el desierto, ni tu ropa ni tus sandalias se gastaron. Él suple tus necesidades para que supieras que él es el SEÑOR tu Dios. Deuteronomio 29:5. Ropa, zapatos, crecían en ellos y no veían que era el poder de Dios de su Palabra que sostiene todo. Hebreos 1:3. Es tiempo de aprender a conocer al verdadero Dios, y no solo creer en el Dios que en la mente que imagina. ¿Cuánto tiempo más andarás por el camino que no tiene solución? Echa la necedad que habita en el corazón. El camino de la muerte es la necesidad. Proverbios 14:12. Cristo viene. Inclina tu oído y oye las Palabras de los sabios y aplica tu corazón a mi sabiduría. Porque es cosa deliciosa si las guardas dentro de ti, Si juntamente se afirmaron sobre tus labios. Para que tu confianza sea en Jehová. Te las he hecho saber hoy a ti también. Proverbios 22:17-19: Presta atención y Dios te dé entendimiento en todo. 2 Timoteo 2:7.


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