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Un domingo, el Señor me mostró en una visión que muchos de nosotros teníamos las manos llenas y no dejábamos ir lo que estábamos sosteniendo. Por un momento pensé que tenía un significado bueno, porque manos llenas significa “abundancia”, entonces significaba que había abundancia en nuestras vidas, eso es lo que pensé.  Pero el Señor me mostró todo lo contrario al decirme que lo que teníamos en las manos no eran cosas que venían de Él, no eran bendiciones ni Sus promesas, sino cosas del pasado, ataduras, cosas vanas y demás, que no queríamos soltar. Y me dijo que la razón del por qué no vemos resultados de nuestras oraciones en nuestras vidas era porque no había lugar en nuestro corazón para Él, mucho menos había espacio en nuestras manos para recibir lo que el Señor quería darnos. El Señor me llevó a la parábola de las diez vírgenes (Mateo 25). En esta historia se nos muestran diez mujeres: cinco sensatas y cinco insensatas. Todas debían esperar a sus esposos con las lámparas ence...

💛 ¿Estás proveyendo lo que tu familia realmente necesita?

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  El que tiene oídos para oír, oiga lo que el Espíritu Santo dice a la iglesia Pastor Asociada Mireya San  ¿Qué estás proveyendo realmente? Muchos piensan que proveer es únicamente aportar dinero, pagar bills o cubrir gastos del hogar. Pero la provisión que Dios demanda es mucho más amplia, más profunda y más espiritual . La Biblia enseña que somos tripartitos: espíritu, alma y cuerpo (1 Tesalonicenses 5:23). Y Dios, como Padre perfecto, proveyó para cada área: Para el cuerpo : ropa, alimentos, calzado, techo. Para el alma : amor, afecto, cercanía, palabras de vida. Para el espíritu : salvación, dirección, corrección, comunión con Él. Si solo cubres lo material, estás abasteciendo una tercera parte de lo que realmente se necesita. ¿Estás proveyendo para el alma y el espíritu? Es posible estar en una casa con comida, ropa y techo… pero sin amor, sin apoyo, sin comprensión. Es posible vivir juntos… pero no estar unidos. Tu espos@ necesita más que economía...

¿Estás escuchando realmente?

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  El que tiene oídos para oír, oiga lo que el Espíritu Santo dice a la iglesia Pastor Asociada Mireya San.  ¿Estás escuchando realmente? La pregunta de Dios sigue siendo la misma hoy: ¿Oyes? No si “escuchas” sonidos, sino si pones atención al mensaje que anuncia la verdad , porque solo la verdad puede hacerte libre (Juan 8:32). La Biblia dice que el necio no oye y se queda viviendo en sombra, estancado, sin claridad. El desánimo tampoco es un buen lugar para escuchar; cuando el alma está caída, la voz de Dios se vuelve lejana. Jesús declaró: “Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán.” (Juan 5:25) Cuando una persona está separada de Dios, vive muerta espiritualmente , aunque respire. Escuchar a Dios es lo que trae vida al corazón. Oír superficialmente no transforma Hoy, muchos oyen… pero no entienden. ¿La razón? La manera de oír es superficial. No hay compromiso para agradar a Dios, no hay deseo de obedecer,...

¿Qué significa realmente deleitarse en Dios?

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  El que tiene oídos para oír, oiga lo que el Espíritu Santo dice a la iglesia Pastor Asociada Mireya San ¿Te deleitas en Dios? ¿Qué significa realmente deleitarse en Dios? Deleitarse en Dios es más que creer en Él. Es entregarle el corazón , disfrutar Su presencia y escoger Su voluntad por encima de la nuestra. La Biblia declara: “Deléitate asimismo en Jehová, y Él te concederá las peticiones de tu corazón.” (Salmos 37:4) Y puedes amar a Dios porque Él te amó primero (1 Juan 4:19). Desde el principio, Adán y Eva vivían en un lugar de deleite: el Huerto de Edén. Dios les había provisto todo lo que necesitaban, nada les faltaba (Génesis 2:8). Pero un día, Eva dejó de deleitarse en Dios… y escuchó otra voz. Cuando el deleite se apaga Eva oyó a la serpiente (Génesis 3:1). Permitió que el engaño llenara su corazón y el deleite por Dios comenzó a apagarse. Donde antes había amor, ahora comenzó a haber temor (Génesis 3:8-13). El resultado fue inevitable: Ya no escuchaban la voz de D...

¿Te deleitas en Dios?

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  El que tiene oídos para oír, oiga lo que el Espíritu Santo dice a la iglesia Pastor Asociada Mireya San ¿Te deleitas en Dios? El deleite: mucho más que creer Deleitarse en Dios es vivir en esa profunda alegría de hacer lo que a Él le agrada. No es solo obedecer, es complacer , amar Su voluntad, anhelar Su presencia y encontrar descanso en Su Palabra. Pero mientras Dios quiere que disfrutes de una vida plena, la serpiente , el diablo, busca lo contrario. Su deseo es que te alejes de Dios haciendo lo que le agrada a él. La Biblia lo revela tal cual es: Mentiroso y padre de mentira (Juan 8:44) Ladrón que roba, mata y destruye (Juan 10:10) El enemigo no solo ataca con acciones; ataca con palabras : insinuaciones, rumores, comentarios llenos de veneno, pensamientos que parecen inofensivos, pero que lentamente contaminan el corazón. El veneno que entra por los oídos Las palabras son espirituales. No se ven, pero tienen impacto. Pueden sanar, o pueden envenenar. Una frase mal...

¿Qué estás engendrando en tu vida?

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  El que tiene oídos para oír, oiga lo que el Espíritu Santo dice a la iglesia Pastor Asociada Mireya San ¿Qué estás engendrando en tu vida? Todo lo que oyes, todo lo que permites entrar por tus oídos, tiene el poder de engendrar algo dentro de ti: fe o duda, paz o temor, obediencia o rebeldía. Por eso Jesús dijo: “Mirad, pues, cómo oís.” (Lucas 8:18) Oír no es algo superficial. Es una acción espiritual. Lo que escuchas puede determinar el fruto que produces. Así como un bebé en el vientre desarrolla primero el oído, el alma también empieza a formarse espiritualmente por lo que oye. Oír con actitud correcta Hebreos dice que muchos escucharon la buena Palabra, pero no les aprovechó , porque no la oyeron con fe ni con buena disposición (Hebreos 4:2). Cuando escuchas con indiferencia o con resistencia, engendras mal. El que oye con el corazón endurecido produce desobediencia, y el que escucha con humildad produce vida. La Escritura dice: “Se han hecho tardos para oír.” (Hebreos ...

¿Estás envenenado sin darte cuenta?

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  El que tiene oídos para oír, oiga lo que el Espíritu Santo dice a la iglesia Pastor Asociada Mireya San ¿Estás envenenado sin darte cuenta? ¿Alguna vez te has sentido cargado después de una conversación con alguien que solo critica, murmura o siembra discordia? A veces no lo notamos, pero las palabras pueden ser como veneno: entran por los oídos o por los ojos y comienzan a contaminar el corazón. Ese veneno espiritual afecta tu paz, tu salud mental y hasta tu cuerpo. Si no lo detienes, termina contagiando a los que están cerca de ti: tu familia, tus amigos, tu entorno. La Palabra de Dios nos advierte con claridad: “Mirad lo que oís.” (Marcos 4:24) Lo que escuchas determina lo que crees, y lo que crees dirige tu vida. El enemigo lo sabe bien; por eso usa la mentira como su veneno más potente. Te distrae, te confunde y, poco a poco, adormece tus oídos espirituales para que no escuches la voz de Dios ni su corrección. El veneno de las palabras El salmista escribió: “Tienen venen...