💪🕊️ Una Actitud de Fe
Una Actitud de Fe
Como hijos de Dios, todos los días nos enfrentamos a distintas circunstancias que no siempre son favorables para nosotros. No puedo decir que todo es perfecto y que nunca tenemos problemas. Lo curioso es que muchas personas piensan eso de los cristianos; tienen la idea de que nada malo nos sucede, que vivimos sin preocupaciones y esperan de nosotros nada más que perfección. Pero nada de esto es cierto, sino todo lo contrario.
El enemigo siempre se va a encargar de desanimarnos y de querer desviarnos de los caminos de Dios, porque sabe que perdió algo muy valioso que, desde el principio, siempre le perteneció a Dios: nosotros. Por lo tanto, habrá ocasiones en que nos enfrentaremos a situaciones que harán que nuestra fe despierte y se ponga a trabajar.
Porque eso es fe.
Fe no es negar los problemas o ignorarlos; fe es ver la victoria antes de que sea manifestada. Fe es creer lo posible para lo imposible, fe cambia circunstancias y mueve montañas. O, mejor explicado en Hebreos 11:1, en la versión amplificada en español:
“Ahora bien, la fe es la certeza (el título de propiedad, la confirmación) de las cosas que se esperan (garantizadas divinamente), y la evidencia de las cosas que no se ven [la convicción de su realidad: la fe comprende como un hecho lo que no puede ser experimentado por los sentidos físicos]”.
Mi parte favorita de esta versión es:
“La fe comprende como un hecho lo que no puede ser experimentado por los sentidos físicos”.
Esto quiere decir que no tenemos que depender de lo que nuestros ojos naturales ven, sino de lo que dice la Palabra de Dios.
¿Cuál es la actitud con la que enfrentamos las circunstancias?
Porque la fe debe ir acompañada de obras correspondientes. Si le estamos creyendo a Dios por algo en particular pero tenemos una actitud de desánimo y temor, probablemente no veamos una pronta manifestación de nuestra oración. No es porque Dios no quiera responder, sino porque la fe y el temor no pueden relacionarse de ninguna manera. Es como intentar mezclar agua con aceite, o luz con oscuridad: una va a predominar al final.
Por lo tanto, debemos tener una actitud de fe, de esperanza y de dominio propio.
¿Pero por qué de dominio propio?
Porque, de esta manera, podremos dominar aquellos sentimientos que se están interponiendo con nuestra fe.
1 Tesalonicenses 5:16-18:
“16 Estad siempre gozosos y deleitaos en su fe;17 Sean constantes y persistentes en la oración;18 En toda situación [no importa cuáles sean las circunstancias], sean agradecidos y continuamente den gracias a Dios; porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús”.
El Señor, con este versículo, nos anima y exhorta a no darnos por vencidos en nuestra oración, a estar siempre gozosos sin importar la situación, y a presentarnos ante Dios con un corazón agradecido. Porque esa es una actitud de fe.
Y recuerde: todo está SUJETO a CAMBIO.
¿Cuál es su actitud el día de hoy?
¿Cuáles son las promesas de Dios para usted?
¿Es usted una persona agradecida?
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