ABBA, Padre
por Yirel P. Salinas
¿Se ha sentido abandonado? ¿Huérfano? ¿Solo? Déjeme decirle que todos esos pensamientos son un engaño y una mentira del enemigo. No se sienta condenado por pensar de esa manera, mejor juntos veamos qué dice Dios al respecto.
Cuando se encuentra en una situación vulnerable, en alguna circunstancia o problema, es cuando más estos pensamientos vienen a su mente. El enemigo sabe lo que hace y sabe perfectamente cómo desanimarlo. Y cuando estamos expuestos a este tipo de problemas, rápidamente solemos pensar que estamos solos, que no hay nada ni nadie que nos pueda ayudar (incluso algunos pueden llegar a pensar que ni Dios puede ayudarles). Y cuando no vemos una solución inmediata a los problemas, cuando no vemos que nuestras oraciones son respondidas cinco minutos después de orar, el desánimo nos inunda.
En situaciones más extremas, hay personas que han esperado por meses, incluso por años; personas que han orado por sus esposos, por un mejor trabajo, por su sanidad, incluso por dirección en las cosas más mínimas. Después de esperar tanto y no ver absolutamente nada, el sentimiento de abandono comienza a apoderarse de nosotros. Si Dios es lo único que teníamos, y no hubo respuesta, si nada cambió, ¿entonces qué nos queda?
Esto es algo que personalmente he sentido y pensado en el pasado. Y es interesante, porque incluso cuando no vemos nada en nuestras vidas, Dios sigue trabajando. Nosotros somos los que retrasamos esas bendiciones, somos los que detenemos los planes de Dios solo por darle lugar a esos pensamientos en nuestras mentes.
Una manera en la que le decían a Dios en la Biblia es: ABBA, Padre. ¿Pero qué quiere decir verdaderamente ABBA (uso bíblico)?
Como vemos en los significados, el término Abba se usa para referirse a un padre, en nuestro caso, a Dios nuestro Padre, el creador del cielo y del universo, el dueño de nuestras vidas y el que nos ha adoptado como sus hijos amados. Personalmente, siempre me gusta referirme a Dios como Abba, Padre, porque denota cercanía, intimidad con Él, respeto, humildad, reconocimiento, amor puro, y es la mejor manera de iniciar mis oraciones.
Cada vez que se enfrenten a una situación, en vez de quejarse o de buscar una solución en sus fuerzas, mejor diga: Abba, Padre, para ti no hay nada imposible; Abba, Padre, me rindo ante ti; Abba, Padre, clamo por tu rescate; Abba, Padre, que sea tu voluntad; Abba, Padre, recibo de tu amor y consuelo en estos tiempos difíciles. ¿Hacer esto hará que los problemas desaparezcan? Probablemente no, pero eso hará que esté más consciente de Dios en usted, y pueda escuchar su voz para salir de esa situación. Y declarar en fe estas palabras hará que mejore su relación con Dios, su Padre. (Marcos 14:36)
Vuelva a leer ese versículo, hágalo las veces que sea necesario. ¿Ya vio? Usted no es ningún huérfano. ¿Acaso alguna vez Dios lo ha dejado abandonado? ¿En verdad? Incluso en los momentos donde pienso y siento que es el fin, que no hay ninguna salida, y clamar a mi Abba es lo único que me queda por hacer, lo haré, y lo haré con fe y confianza de que, como me ha sacado en victoria de miles de problemas, Él lo hará otra vez.
Es momento de clamar a su Abba, Padre. Es momento de tomar su lugar de hijo. Usted tiene un Padre que lo ama, usted tiene un Padre que jamás lo dejará abandonado.
(Definición de Abba: Robert Chad Harrington)
Comentarios
Publicar un comentario