Mantente alerta y vela
El que tiene oídos para oír, oiga lo que el Espíritu Santo dice a la iglesia
Por Pastor Asociada Mireya San
Mantente alerta y vela
¿Estás alerta y velas? Hay peligro, y Dios advierte que busques de Él para conocer el camino que debes seguir y corregir errores. A veces buscas respuestas en el pasado, cuando el presente ya te está diciendo que tu condición puede cambiar. Requieres atención, tanto tú como tu casa.
Velar significa cuidar lo que es tuyo; no lo descuides. La Palabra dice: “Estén alerta, velen” (Marcos 13:33). No descuides el tiempo, porque llegará el día en que te darás cuenta de todo lo que despreciaste.
Ten cuidado con qué oyes y cómo oyes, para que nadie te engañe. La Palabra de Dios es sabiduría, y el sabio edifica. La fe viene por el oír la verdad (Romanos 10:17).
El peligro de escuchar lo incorrecto
Eva oyó y dialogó con la serpiente, y fue engañada (Génesis 3:1-7). Se durmió ante la advertencia que Dios le había dado a Adán y cayó en la mentira del diablo. Aquella desobediencia destruyó su entorno familiar: uno de sus hijos murió, y el otro se convirtió en asesino de su hermano (Génesis 4:9-10).
No busques pretextos para justificar que no haces caso al llamado de estar alerta y velar. Adán culpó diciendo: “La mujer que me diste”, y Eva respondió: “La serpiente me engañó” (Génesis 3:12-13).
Hablar mal es murmurar, y la murmuración te atrae a la destrucción. Dios le preguntó a Adán: “¿Quién te enseñó?” (Génesis 3:11). Estaban desnudos y ya no podían esconder quiénes eran, porque habían desobedecido y comido de lo que no debían.
Cuida tus palabras y tu corazón
Murmurar no es bueno delante de Dios; no se debe hacer. Criticar te coloca en un lugar de falta de entendimiento y te representa mal. La Escritura dice: “Apartarán su oído de la verdad y se volverán a los cuentos” (2 Timoteo 4:4).
Por eso, sé inteligente en todo. Busca a Dios con sinceridad. Confía en el Señor con todo tu corazón y no dependas de tu propio entendimiento. Busca su voluntad en todo lo que hagas, y Él te mostrará cuál camino tomar (Proverbios 3:6).
No descuides más lo que debes cuidar. Mantente firme, atento y con el corazón dispuesto.
Cristo viene ya
Cristo viene ya. Es tiempo de despertar, de abrir los oídos y el corazón para escuchar lo que el Espíritu Santo está diciendo. No te distraigas con el ruido del mundo ni con las voces del engaño.
Presta atención, permanece alerta, y que Dios te dé entendimiento en todo (2 Timoteo 2:7).
👉 Hoy es el día para velar, cuidar lo que Dios te ha confiado y mantenerte firme en la verdad. Cristo viene, y quiere encontrarte despierto y fiel.
El que tiene oídos para oír, oiga lo que el Espíritu Santo dice a la iglesia (06/Oct/25)
¿Estás alerta y velas? Hay peligro y Dios advierte que busques de Él para que conozcas el camino que hay que seguir para corregir errores. Buscas en el pasado lo que el presente te dice, que tu condición va a cambiar. Requieres atención, lo mismo tu casa. Velar es cuidar lo que es tuyo; no lo descuides. Estén alerta, velen (Marcos 13:33). No descuides el tiempo porque llegará el día en que te darás cuenta de todo lo que has despreciado. Ten cuidado con qué es lo que oyes y cómo oyes; que nadie te engañe. La Palabra de Dios es sabiduría y el sabio edifica. La fe viene por el oír la verdad (Romanos 10:17).
Eva oyó y dialogó con la serpiente y fue engañada (Génesis 3:1-7). Se durmió a la advertencia que Dios hizo a Adán y ella cayó en la mentira del diablo. Destruyó su entorno familiar y no cuidó de sus hijos; uno murió y el otro se convirtió en asesino de su hermano (Génesis 4:9-10). No busques pretexto para justificar que no haces caso de estar alerta y velar. Adán dijo: “La mujer que me diste”, y Eva dijo: “La serpiente me engañó” (Génesis 3:12-13).
Hablar mal es murmurar, y esto te atrae a la destrucción. “¿Quién te enseñó?”, le dijo Jehová a Adán (Génesis 3:11). Estaban desnudos y ya no podían esconder quiénes eran; habían desobedecido y comieron de lo que no debían. Murmurar no es bueno delante de Dios, no se debe hacer. Criticar te pone en un lugar de falta de entendimiento, te representas mal. Apartan su oído de la verdad y se vuelven a los cuentos (2 Timoteo 4:4).
Sé inteligente en todo. Busca a Dios. Confía en el Señor con todo tu corazón y no dependas de tu propio entendimiento. Busca su voluntad en todo lo que hagas, y Él te mostrará cuál camino tomar (Proverbios 3:6). No descuides más lo que tienes que cuidar. Cristo viene ya. Presta atención, y Dios te dé entendimiento en todo (2 Timoteo 2:7).
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