APROBADO!!!


Dios le dijo a Jeremías que lo conocía y lo aprobaba antes de que fuera formado en el vientre de su madre (vea Jeremías 1:15). Cuando Dios dijo que conocía a Jeremías, no estaba hablando de un conocimiento ocasional, sino del más profundo e íntimo conocimiento. Dios nos conoce a nosotros del mismo modo. Sabe todo acerca de nosotros, hasta las cosas que nunca descubrimos sobre nosotros mismos. Conoce cada error que cometemos, y  nos ama y nos aprueba de todos modos.

Dios no siempre aprueba nuestra conducta o decisiones, pero si nos aprueba a nosotros como sus instrumentos escogidos. Existe una gran diferencia entre quienes somos y que hacemos. Jeremías era un hijo de Dios y Dios conocía su corazón. Él no "hacía" todo bien. Por un lado, tenía miedo de lo que el pueblo podía pensar de él. El temor al hombre desagrada a Dios. Quiere que comprendamos que cuando Él está de nuestro lado, no importará quién esté en contra. Deberíamos esforzarnos en ser personas que complacen a Dios y no al hombre.   

Si vivimos con sentimientos de que Dios nos desaprueba, siempre tendremos la clase equivocada de temor a Dios, y eso no nos impedirá disfrutar una íntima relación y una rica comunión con Él. Dios desea que le tengamos temor reverente y  respeto, pero no miedo de Él de una manera incorrecta. Quiere que vengamos confiadamente al trono de la gracia y le busquemos en confianza y recibamos creyendo que Él satisface nuestras necesidades y nos ayuda en cada situación que enfrentemos (vea Hebreos 4:16). Efesios 3:12 nos enseña que deberíamos tener un acercamiento sin reservas a Dios, con libertad y sin temor.

No retroceda con temor, sino avance con fe. Sin fe no podemos agradar a Dios (vea Hebreos 11:6), y sin temor, no podemos agradar a Satanás. ¿A quién desea agradar? Estoy segura de que a Dios, así que comience ahora  mismo a vivir en la libertad que da el saber que Dios lo conoce a usted y lo aprueba como su instrumento escogido.


E.R. 💗

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Testimonio: Estaba segura de que Él me iba a sacar en victoria

Testimonio: Jesucristo Nuestro Gran Sanador Dr. Miguel Maldonado.

¿Escudriñas tu Vestidura?