🙋♂️ ¿Quién Eres Realmente? ¡Despierta y Mira!
¡Despierta y Mira!
Vivimos en un mundo distraído por el entretenimiento y atrapado en vanidades que ponen en peligro la vida y el propósito eterno. La confusión espiritual es real. El enemigo —padre de mentira (Juan 8:44)— trabaja en la mente, sembrando dudas, miedo y engaño. Y cuando hay engaño, la verdad queda nublada… y eso es peligroso.
😨 La mentira produce miedo
Muchos están atrapados en las tinieblas, dominados por pensamientos que no vienen de Dios. Se acobardan creyendo cosas que no son. Así estaba Gedeón: un guerrero que pensaba que era un cobarde. Se escondía, permitía que le robaran la cosecha, y veía desde lejos cómo el enemigo destruía todo lo suyo (Jueces 6:1–11).
Pero algo cambió cuando escuchó a Jehová decirle:
“¡Hombre, esfuérzate, guerrero y valiente!”
Él no se creía valiente, pero Dios sí lo veía así.
🔨 El despertar comienza con una decisión
Cuando Gedeón decidió actuar, lo primero que hizo fue derribar el altar de idolatría que su padre tenía para Baal (Jueces 6:25). Esta acción marcó el inicio de su transformación. ¿Por qué? Porque Dios no comparte el primer lugar en nuestras vidas. Si algo más ocupa ese lugar, eso es idolatría.
“Yo honraré al que me honra” (1 Samuel 2:30).
Gedeón quitó el estorbo y colocó a Dios donde debía estar: en el centro. Fue entonces que la miseria se detuvo. El enemigo había conquistado su vida mientras él ignoraba quién era en Dios. Pero en el momento que despertó a su identidad, todo cambió.
🚫 No permitas que la pobreza te defina
La escasez no es tu destino. El temor no debe tener dominio sobre ti. ¡Tienes que saber quién eres! Gedeón descubrió que en Jehová era valiente. Escuchó:
“Jehová está contigo” (Jueces 6:12).
Y eso lo despertó.
💡 Cristo te da luz e identidad
El apóstol Pablo nos exhorta:
“Despiértate, tú que duermes, y levántate de entre los muertos, y te alumbrará Cristo” (Efesios 5:14).
Cristo es la luz. Cristo es la Palabra.
“Lámpara es a mis pies tu Palabra, y lumbrera a mi camino” (Salmos 119:105).
Cuando ves a la luz de la Palabra, descubres quién eres realmente. Ya no caminas en sombras ni en confusión. Todo queda al descubierto, y puedes vivir con propósito (Efesios 4:11–13).
⏳ ¡Cristo viene ya!
Es tiempo de despertar. Es tiempo de mirar con claridad y permitir que Cristo brille sobre ti.
Presta atención, y que Dios te dé entendimiento en todo (2 Timoteo 2:7).
El que tiene oídos para oír, oiga lo que el Espíritu Santo dice a la iglesia .
¿Quién eres? ¡Despierta y mira! El mundo vive en entretenimiento y cree en cosas vanas que ponen en peligro sus vidas. Viene el diablo, trata con la mente para convencer y hacer creer lo que no es. No te confundas (Juan 8:44). La mentira produce engaño. Muchos están engañados y no ven, están en tinieblas… esto es miedo. Se acobardan pensando cosas que no son.
Gedeón, un guerrero, pensaba que era un cobarde, hasta que oyó que Jehová le dijo: “Hombre, esfuérzate, guerrero y valiente”. Gedeón no creía lo que era, por temor. Permitía que le robaran lo que sembraba; se escondía, y de lejos veía cómo el enemigo destruía lo suyo (Juan 10:10). Se llevaban la cosecha (Jueces 6:1–11), hasta que decidió detener ese problema. Entonces, Gedeón se levantó y derribó el altar que su padre tenía a Baal (Jueces 6:25).
Esto es idolatría. Dios debe estar en primer lugar en tu vida. Si hay otra cosa en ese lugar, eso es idolatría. Darle lugar a Dios en tu vida es honrarlo. “Yo honraré al que me honra” (1 Samuel 2:30). Gedeón derribó el estorbo y puso a Jehová en el lugar que debe ocupar en la vida del hombre. La miseria fue detenida. Mientras Gedeón no entendía quién era, el enemigo lo conquistó y lo dejó sin nada.
No permitas que la pobreza se apodere de ti. Debes saber quién eres. Gedeón supo que en Jehová era valiente. “Jehová está contigo”, escuchó Gedeón (Jueces 6:12). Saber quién eres es cuando despiertas. “Despiértate, tú que duermes, y levántate de entre los muertos, y te alumbrará Cristo” (Efesios 5:14). Cristo te dará luz. Cristo es la Palabra. “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino” (Salmos 119:105).
Cuando miras, sabes quién eres. Cuando la luz brilla, todo queda al descubierto y puede verse como es en realidad (Efesios 4:11–13). ¡Cristo viene ya! Presta atención, y que Dios te dé entendimiento en todo (2 Timoteo 2:7).
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