¡DIOS CAMBIA EL MAL EN BIEN!


 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” (Romanos 8:28).

“Les ayudan a bien…”

La expresión “les ayudan” viene del griego “synergo, que se puede traducir también por “trabajan juntas”, “cooperan”, “colaboran”

¡Sí, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo trabajan juntos por tu bien!

Aun cuando las circunstancias o las personas parecen ir contra nosotros, Dios hace que todas las cosas “trabajen juntas” para el bien de los que le aman.

La historia de José es un buen ejemplo de ello. Él había recibido sueños de parte de Dios para su vida, pero sus hermanos, teniendo envidia de él, quisieron acabar con su vida. Le vendieron a una caravana de ismaelitas, quienes, a su vez, le vendieron como esclavo en Egipto. De ahí fue a parar a la cárcel, donde permaneció durante unos cuantos años.

¿Acaso eso parecía ser una situación que le ayudase para bien? Aparentemente no, pero en realidad sí, le ayudó para bien. De hecho, muchos años más tarde, él le dijo a sus hermanos cuando vinieron a pedir su ayuda: “Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo” (Genesis 50:20).

José se convirtió en el primer ministro de Egipto, porque “lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios” (Lucas 18:27).

Sí, Dios cambia el mal por bien, Él hace que las cosas al final te ayuden para bien. Esto no quiere decir que Dios causo de que las malas circunstancias vinieran.¡Cuando algo inesperado te ocurra, toma una posición de fe, y declara lo que dice la Palabra: “Sé que todas las cosas me ayudan a bien y Tu eres mi justicia”!

Dice la Escritura: “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6).

¡no temas, cree solamente! (mira Lucas 8:50). El Señor tiene realmente cuidado de tu vida, y te ayuda en todo.

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