El Señor es Salvación
Jesús ( יֵשׁוּעַ , El Señor es Salvación)
¿Alguna vez te han invitado a una recepción? Cuando llega el día D, es necesario enseñar la invitación para poder entrar. ¡Sin invitación, no hay recepción!
Hoy hay una invitación especialmente dirigida a ti. Se encuentra en Apocalipsis 3:20: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”.
Esta invitación está firmada por Jesús, el más bello de los nombres del Señor que quiero compartir contigo. Jesús, que significa el Señor es salvación, es el Nombre que es sobre todo nombre. El único nombre por medio del cual los hombres pueden ser salvos, el Nombre del Rey de reyes. Y ese Rey te invita a abrirle la puerta: “Amigo mío, yo estoy a la puerta y llamo”.
Jesús es Aquel que salva. Él te salva del poder del pecado y también de todas tus angustias. Jesús es tu fiel amigo, Él desea:
- Una comunión íntima contigo
- Una relación cotidiana
- Hablarte
- Mostrarte lo que ha preparado para ti
- Acompañarte en los buenos y librarte de los malos momentos
- Estar presente en la salud y sanarte en la enfermedad…
Jesús está aquí y ahora. Tú puedes abrirle la puerta, hablarle. Puedes confiarle tus preocupaciones, tus alegrías, tus esperanzas e incluso tus sueños.
Si ya has confiado tu vida a Jesús, te felicito. ¡Es maravilloso! Te animo a continuar ese camino. Si aún no has aceptado a Jesús como Salvador, me gustaría darte la oportunidad de hacerlo hoy con esta oración: “Jesús, te abro la puerta de mi corazón y la de mi vida. Te invito a entrar y a hacer morada en mí. Te doy las gracias porque Tú has pagado el precio por mis pecados en la cruz. Te reconozco como mi Salvador personal y mi Señor. A partir de hoy, deseo vivir para ti y conocerte más. Gracias Jesús. Amén”.
Te deseo un excelente día, en compañía de Jesús.
Sé bendecido y lleno de Su Espíritu.
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