UNA CÁPSULA DE FE


 Hoy quiero compartir contigo una pequeña anécdota que espero que te hará sonreír. Una de mis colaboradoras es absolutamente fan del café, y en particular del café en cápsulas. Es práctico y rápido. Sólo hay que poner la cápsula en la máquina, apretar un botón, y ¡voilà!

Ella me contó una vez que un día por la mañana tuvo un despertar particularmente difícil. Entonces se levantó, puso la máquina en marcha, apretó el botón y obtuvo una gran taza… ¡de agua caliente! 

Tenía todo lo que necesitaba: La cafetera, el agua caliente, corriente eléctrica… pero le faltaba la cápsula de café en el interior de la máquina.

¿Y si la fe fuese como una cápsula de café?

Cuando Dios te pide que confíes en Él, tienes que tener siempre esa “cápsula” de fe preparada. ¡Esta fe que demuestra que confías verdaderamente en Él, que estás dispuesta a abandonar todo en Sus manos!

Es así como surge el milagro: cuando lo imposible está depositado en las manos de Dios, y no en las tuyas. Para ello hay que hacer un acto de fe, traer una semilla, una “cápsula”. El resto pertenece al Señor.

Jesús les respondió: “De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho” (Mateo21:21).

¡Anímate, amada hermana! ¡Trae tus problemas a Dios con fe, confía en Él y míralo actuar, mira cómo se cumple su Palabra!

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Testimonio: Estaba segura de que Él me iba a sacar en victoria

Testimonio: Jesucristo Nuestro Gran Sanador Dr. Miguel Maldonado.

¿Escudriñas tu Vestidura?