¡ APRENDE A DECIR NO, PARA PODER DECIR SÍ !
Para muchos de nosotros, la dificultad a la hora de encontrar tiempo para nosotros y para nuestras prioridades no está ligada a una falta de pasión o de compromiso, sino a un mal empleo del tiempo. ¡Estamos muy sobrecargados!
Un pastor dijo una vez: “¡Si el enemigo no puede vencerte, procurará mantenerte ocupado!” Da qué pensar, ¿verdad?
Querido hermano, si quieres aprender a gestionar el tiempo con sabiduría, tienes que empezar grabando esto en tu mente: porque algo sea factible y parezca bueno, no por ello es necesario que lo hagas.
Déjame que te ponga un ejemplo para que entiendas mejor lo que quiero decir. Cuando una persona viene y te pide un favor, haz este ejercicio: en vez de preguntarte “¿puedo hacerlo?”, pregúntate más bien “¿tengo que hacerlo, teniendo en cuenta que…?”. Por ejemplo:
- “¿Tengo que hacerlo, teniendo en cuenta mi situación familiar?”
- “¿Tengo que hacerlo, teniendo en cuenta mi salud?”
- ¿Tengo que hacerlo, teniendo en cuenta mi capacidad en gestionar el stress?”
- ¿Tengo que hacerlo, teniendo en cuenta las necesidades de mi esposo(sa)?”
- ¿Tengo que hacerlo, teniendo en cuenta mis prioridades?”
Concentrarse en varias cosas a la vez es quizá factible, y puede parecer bueno a simple vista, pero al final no nos ayuda: nos lleva a sentirnos sobrecargados, cansados y frustrados.
Concéntrate en pocas cosas, y hazlas de una manera muy intencional y con constancia. De esta manera, estarás seguro(a) de hacerlas bien. Recuerda esto: “Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (Mateo 6:21).
Por ejemplo, este año puedes escoger enfocarte en:
- organizar tus vacaciones en familia,
- invertir tiempo para salir con amigos,
- realizar unos cuantos cursos bíblicos.
Para ser capaz de enfocarte en ellas y llevarlas bien a cabo, tendrás seguramente que decir “no” a otras actividades que te vayan proponiendo, tales como:
- irte un fin de semana con los colegas del trabajo a una actividad que han organizado,
- apuntarte a un nuevo curso que has visto,
- o hacer horas extra en el trabajo.
Todas ellas son buenas cosas, pero a larga pueden impedirnos desarrollar nuestros dones, ya que nos desenfocan de lo que son nuestras prioridades. No temas decir “no” a muchas cosas secundarias, para así poder decir un gran “sí” a pocas cosas que son realmente importantes para ti.
¡Qué tu día esté lleno de Su gracia, querido hermano!
Comentarios
Publicar un comentario