"¡YO NO!"

"¡YO NO!".
En Mateo 16:22, Pedro reprende a Jesús. Cualquiera que reprenda a Jesús tiene un problema de orgullo. Pedro estaba lleno de él mismo. Pensaba que tenía una mejor idea que Jesús.
Jesús acababa de decir que iría a Jerusalén para ser muerto y levantado de entre los muertos. La respuesta de Pedro fue algo como:"oh, no. Jesús, no debe ser, No, eso no es lo que debes hacer". ¿Cómo respondió Jesús a la observación de Pedro? Él dice en Mateo 16:23 "¡Aléjate de mí, satanás! Quieres hacerme tropezar".

Mas tarde Jesús le dijo a Pedro que satanás iba a tratar de sacudirlo como grano y que Pedro negaría a su Señor tres veces, Jesús le dijo a Pedro que había orado por él, para que su Fe no falle (vea Lucas 22:31-34).  Pedro no lo creyó.  El no dijo. ¡ Oh gracias Jesús, por favor ora por mí. Él esencialmente dijo: "oh, nunca te negaré - No yo no."
¿Alguna vez usted ha dicho, "nunca voy a hacer eso"? Es asombroso la cantidad de veces que pensamos que jamás haremos algo que terminamos haciendo.

Es interesante que cuando Jesús fue acusado, Pedro fue el único discípulo a quién reconocieron que había estado con Jesús. Los otros estaban presentes, pero el reflector enfocó a Pedro. Pedro lo negó vehementemente y comenzó a maldecir para comprobar que no conocía a Jesús (vea Mateo 26:69-74). Yo creo que Dios redundó para bien que Pedro fuera reconocido, porque él necesitaba una lección de humildad Dios tenía un plan para la vida de Pedro.
Pedro amaba a Jesús, pero estaba demasiado lleno de sí mismo. Discutió con Jesús en varias ocasiones. No pienso que lo haya hecho maliciosamente, sino que eso siempre sucede cuando alguien tiene un espíritu de orgullo. Ellos piensan que saben más que otros  y siempre quieren discutir para probar que tienen razón. Jesús sabía que Pedro era material  utilizable, pero necesitaba ser trabajado. Se podía decir que Pedro era un diamante en bruto. Pero necesitaba ser pulido, necesitaba algún tiempo en la rueda del Alfarero; porque era ciego a sus propias fallas y debilidades, como usualmente lo somos nosotros. Jesús tenía una lección para enseñarle, y se la enseñó. Pedro terminó siendo realmente manso. Verdaderamente arrepentido y verdaderamente sumiso después de su humillante experiencia.

Dios tiene un plan para su vida, y  tratará cada mala actitud y defecto de carácter en usted para prepararlo para cumplir y disfrutar el gran propósito que tiene para su vida, así como lo hizo con Pedro.

E.R💓

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Testimonio: Estaba segura de que Él me iba a sacar en victoria

Testimonio: Jesucristo Nuestro Gran Sanador Dr. Miguel Maldonado.

¿Escudriñas tu Vestidura?