La oración es fundamental para la vida de un creyente; simplemente lo es todo. De tras de un gran creyente, hay una gran oración. Cuando digo una gran oración no me refiero a una larga oración o con mil versículos de la biblia; me refiero a una oración llena de poder donde primero está la fe.

La biblia no dicta estrictamente la manera en que debemos de orar. Pero hoy te quiero dar unos consejos prácticos de cómo puedes hacer tu oración:

1. Siempre comienza dando gracias a Dios sobre todas las cosas. Ten un corazón agradecido. (Colosenses 4:2: Dedíquense a la oración con una mente alerta y un corazón agradecido).

2. Ten presente el deseo de tu corazón o la petición por la cual estés orando. (Salmos: 20:4: Dios concede los deseos de tu corazón).

3. Echa fuera toda preocupación y deja que la situación este en las manos de Dios. (Filipenses 4:6-7: No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús).

4. Siempre cuando ores, hazlo con gozo y alegría. (1 Tesalonicenses 15:16-18: Estén siempre alegres. Nunca dejen de orar. Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús).

5. Debes de creer que lo que oras lo vas a recibir. La Palabra de Dios nunca se equivoca pero nosotros debemos de usar nuestra fe para recibir. (Marcos 11:24: Por eso les digo: Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán).

6. Siempre termina con el nombre de Jesús; al hacerlo recuerdas el hecho de que Jesús ya lo pago en la cruz, además de honrarlo y reconocer que por él es posible. (Colosenses 3:17: Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.). (Juan 14:13-14: Pueden pedir cualquier cosa en mi nombre, y yo la haré, para que el Hijo le dé gloria al Padre. 14 Es cierto, pídanme cualquier cosa en mi nombre, ¡y yo la haré!).

 De ti depende si tu oración será contestada o no.

Sí, querid@ amig@, la oración es un arma poderosa para que la voluntad de Dios sea hecha en la tierra, y podemos usarla, cada uno según nuestro nivel.


Yirel Pacheco

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