LA RESPONSABILIDAD DE LOS PADRES. PARTE 1!

Formando Niños 

Patrón verbal y la cinta métrica 
Parte 1
Discurso santo o satánico, la responsabilidad de los padres 

En sesiones anteriores de esta serie formando niños entre otros subtemas tratamos sobre el modelaje o ejemplo de los padres a los niños, específicamente a sus hijos, cosas que “hacemos”pero lo que hablamos también es parte del modelaje que los padres damos a nuestro hijos, porque las palabras también son acciones”,  y repercuten en el reino espiritual 
Dedicaremos este capítulo completo, para que valoremos la importancia que tienen las palabras,  el impacto, el efecto  y los resultados en la vida de quienes las reciben. De ahí la importancia de “mantener la confesión” de nuestra Fe.  Hebreos 10:23 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.  
Esta lección es un ejercicio de reflexión y meditación¿qué mejor que ejercer imaginación conforme  a la Palabra de Dios?.  

En el curso de la vida los hombres hablamos con patrones propios de la edad y del ambiente en que nos desarrollamos. Cosa muy diferente es lo que hablamos durante una “situación o circunstancia específica”, pero es precisamente ahí donde se revela el verdadero patrón verbal, independientemente de la edad; dicho de otra forma una persona puede ser muy respetuoso y ecuánime a la vista de todos, pero venida una situación difícil para él, empieza a maldecir, ese es su verdadero “patrón verbal”, simplemente su corazón muestra ese verdadero patrón. 

Tomaremos como ejemplo para imaginarnos la cinta métrica comparándola con el patrón verbal, porque así como cuando tiras de una cinta para desenrollarla muestra siempre lo mismo, como un patrón y cuantas veces la desenrollas seguirá mostrando lo mismo, un metro o un metro veinte, lo que sale eso mide, un tirón forzado quizá muestre un metro veinte aunque se quería mostrar un metro, eso seria como actuar en hipocresía pues de la misma manera una persona con malas palabras en su corazón, podrá contenerse de decir palabras dañinas pero eventualmente saldrán, según la circunstancia que este experimentando y a lo largo de su vida durante su discurso se podrán ver esos matices de palabras buenas y malas, tarde o temprano como un patrón. Porque de la abundancia del corazón habla la boca, Mateo 12:34 “¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.

 Aquí algo elemental “de la abundancia”, quiere decir que lo abundante es lo que diremos más, eso se relaciona con lo que sabemos, lo dijo el Señor, de cierto te digo que lo que sabemos hablamos Juan 3:11 “De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio”,  pero aun lo poco en algún momento saldrá. Ese patrón  no se puede ocultar todo el tiempo, ocultarlo es actuar en hipocresía y eso consume fuerza física, debilita hasta enfermar, una cosa lleva a otra, los hipócritas se debilitan, se desequilibran y se enferman.  Algunos conocemos a una o varias personas a las que llaman “malhabladas” y dichas personas son “felices” maldiciendo. Para un creyente eso es “maldicientes”  1 Corintios 5:11 Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis”. Los  maldicientes por lo general enferman más, se debilitan más, se mueren más rápido. Discurso santo o discurso satánico, así de grande es la importancia de lo que hablamos. Porque no hay mezcla de lo malo con lo bueno, ni poquito, ni mas poquito. Pero podemos cambiar. 

Dr. Juan Alberto Serrano Castillo. 

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