DEJA QUE DIOS RESTAURE TU VIDA
“Y la vasija de barro que estaba haciendo se echó a perder en la mano del alfarero; así que volvió a hacer de ella otra vasija, según le pareció mejor al alfarero hacerla” (Jeremías 18:4).
Imagínate que tiras sin querer un jarrón al suelo. Miras con desolación todos esos pedacitos en el suelo, y te preguntas qué deberías hacer: volver a pegarlos, a sabiendas de que el resultado no será muy bueno y de que no podrá volver a contener agua ni flores, o simplemente tirar los trozos a la basura.
Amigo(a) mío(a), tu vida tiene mucho más valor que un jarrón. Dios quiere hacer milagros para reconstruirla y restaurarla.
Quiere sanar tus emociones, tus heridas del pasado, tus sufrimientos…Y para ello emplea todo el tiempo que sea necesario, irá hasta el final porque te ama.
Filipenses 1:6 estando convencido precisamente de esto: que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús
¿Y si dejas a Dios que te restaure?
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