EL SEÑOR ES TU PAZ

En ocasiones estamos tan estresados por los ruidos de este mundo y de nuestra sociedad, que ya no sabemos ni qué es la paz. Es como si luchamos contra un enemigo invisible.

En esos momentos de dificultad, Jesús te dice: “Shhhh, estoy aquí, no temas”.

¡En los días en que sientes solo(a), cansado(a) de luchar, Jesús está justamente ahí, cerca de ti!

A la vez, tú puedes declarar como el salmista: “En cambio, me he calmado y aquietado, como un niño destetado que ya no llora por la leche de su madre. Sí, tal como un niño destetado es mi alma en mi interior”  (Salmos 131:2).

¡El Señor es tu paz, hoy y siempre! A su lado puedes estar tranquilo(a) y descansar, cerca de su corazón.

¿Quieres orar conmigo?

“Gracias Señor Jesús por tu presencia amorosa y relajante. Gracias por reconfortarme y tranquilizarme. Eres mi paz. Gracias a ti, Señor, estoy en calma y descanso tranquilo. Amén”.