JESÚS DEJÓ EL CIELO Y SE HIZO HOMBRE

 

Esto es lo que dijo el célebre autor C.S. Lewis: “Echado a tus pies se encuentra tu perro. Imagina por un instante que tu perro y que todos los perros del mundo estuvieran en una angustia profunda. Algunos de nosotros queremos mucho a los perros. Si por el hecho de convertirte en perro pudieras ayudar a todos los perros del mundo a salir de su situación de  angustia, ¿estarías dispuesto a convertirte en uno? ¿Dejarías de lado tu naturaleza humana, tus seres queridos, tu trabajo, el ocio, el arte, la literatura y la música? Y sobre todo, ¿cambiarías la comunión íntima con tu pareja para ser sólo capaz de ver su cara mientras mueves la cola, sabiendo que no podrías volver a hablar con ella o sonreírle? Cristo, cuando se hizo hombre, limitó aquello que era más precioso para Él: su comunión perfecta con el Padre”

Dios se hizo hombre. Es la “encarnación”. La palabra “encarnado” viene del griego “sarx” (σάρξ), que significa “carne” o “cuerpo”. Cuando Jesús nació en un pesebre, ¡el Dios Todopoderoso se encarnó en el cuerpo de un bebé!

La Biblia dice en Juan 1:14: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad”.

Por amor a ti, el Hijo descendió a la tierra y se hizo hombre. Si Lo hizo por ti amado hermano(a).