¿Sueles soñar a lo grande, o no piensas que puedas realmente alcanzar tus metas?

Una de las cosas que más me inspira a la hora de analizar la vida de aquellos que han hecho historia es el hecho de que no se ponían límites, y que trabajaban incansablemente por alcanzar sus metas. 

Deportistas de élite, fundadores de compañías multimillonarias, investigadores, chefs de renombre internacional, escritores de best-sellers… Todos ellos experimentaron en muchas ocasiones el fracaso, el rechazo de sus ideas, y la burla de los demás, pero eso no fue suficiente para frenarlos. 

Fíjate: si hubiesen escuchado a esas otras personas que les menospreciaron, nunca hubiesen llegado a alcanzar sus sueños; pero precisamente porque decidieron no hacer caso de esas voces y seguir adelante con fe y diligencia, finalmente se abrieron puertas que les permitieron realizar sus proyectos, y marcar así la historia. 

Sí, tus pensamientos pueden frenarte o impulsarte. Mira lo que dice este pasaje de la Biblia: “Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia; mas todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza” (Proverbios 21:5)

Tu no eres una víctima de tus pensamientos, sino que tienes poder para enfocarlos en la dirección correcta, y hoy quiero animarte a que los uses para desarrollar los proyectos e ideas impresionantes que Dios ha puesto en tu corazón. 

Dios tiene abundantes bendiciones preparadas para ti en las diferentes áreas de tu vida. Quiero animarte a que inviertas unos momentos ahora para pedirle al Señor que te inspire nuevos proyectos, y a que, si no tienes tiempo libre, empieces a levantarte cada día una hora antes para invertir esa primera hora del día en construir diligentemente el proyecto que Él ha puesto en tu corazón. 

Dios tiene muchas cosas preparadas para ti.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Testimonio: Estaba segura de que Él me iba a sacar en victoria

Testimonio: Jesucristo Nuestro Gran Sanador Dr. Miguel Maldonado.

¿Escudriñas tu Vestidura?