EL QUE TIENE OÍDOS, PARA OÍR; OIGA LO QUE EL ESPÍRITU SANTO DICE A LA IGLESIA.



Es tiempo de que hables sinceramente. Hablar de verdad es cuando lo haces
 de corazón, porque de la abundancia del corazón habla la boca. No imites lo que otros hablan, muchos de ellos lo hacen con engaño porque sus mentes están engañadas con mentiras, queriendo que se hagan verdades y justifiquen su estilo de vida para ser sinceros. Muchos siguen con mayores necesidades porque no corrigen el hablar y se quedan frustrados, resentidos con Dios porque su situación no cambia y buscan otras salidas para resolver el o los problemas. 

Sí no hay sinceridad no hay forma de cómo se resuelva el problema. Hablar con Dios es con la verdad. Hubo un hombre llamado Salomón este tenía una gran responsabilidad en su vida y era conducir al pueblo de Dios y hacer el templo para Dios, el fue sincero cuando se acercó a Dios y le dijo yo no se como llevar o guiar a tu pueblo, yo no se como hacerlo. No le dijo yo se como le voy hacer en las palabras que salieron del corazón de Salomón iba honestidad, estaba hablando verdaderamente el problema que tenía no sabía que hacer. Cuando Salomón le dice a Dios estaba pidiendo ayuda para recibirla, no hablo y dejo la ayuda de Dios olvidada y siguió igual. 

Cuando se habla de corazón se va a llevar a cabo lo que se solicita, pero cuando es mentira lo que se habla no hay interés en lo que se dice y menos se recibe la solución, quien lo hace así va a seguir quejándose que tiene muchos problemas y que nadie le ayuda, más el que busca hablar de corazón corrige su vida y resuelve. Dios no es el culpable si te has llenado de problemas. El problema es la actitud de como hablas con engaño=mente y no con la verdad=corazón. Siempre las buenas decisiones son las que se hacen con el corazón porque con el corazón se cree y con la boca se confiesa, no hay peor decisión tomada con lo que dice la mente, recuerda que el lugar de trabajo del diablo es la mente, imagínate que solución puede tener un consejo del diablo si solo de el sale mentira, robo, destrucción y muerte, los problemas matan, roban y destruyen. Por eso muchos están destruidos en muchas facetas en sus vidas y por eso no ven salir nada bueno en sus vidas. 

Salomón reconoció el problema que no sabía cómo guiar al pueblo. Se acercó a Dios quien conoce y escudriña el corazón, dijo Salomón El va a entender mi corazón y hablo y Dios le dijo dime lo que quieres, cuando se habla de corazón se va a expresar honestamente, fuera justificación y fuera culpar a otros, que importante es reconocer, así no corres el peligro de seguir con esa atadura de justificación y culpando a los demás, eso se hace un vicio que no deja avanzar y como cuando un carro se atasca en el lodo que en lugar de salir se hunde, eso pasa cuando la mente se acostumbra a justificar lo que se tiene que reconocer y a culpar lo que se tiene que tomar con responsabilidad. Cuando esto sucede es evadir los problemas para no resolver. Cuando se habla de corazón es ahí cuando empiezan los problemas a resolverse porque se está moviendo  el principal problema que es uno mismo con esto se entiende que es uno es quien detiene que se solucionen problemas, no es Dios, no es la gente es uno mismo. 

Salomón cuando oyó que Dios le hizo la pregunta dime lo que quieres, el no le dijo mentiras, hablo con la verdad y dijo no se que hacer y dijo dame sabiduría para que pueda saber lo que está bien y lo que está mal. Sin tu ayuda yo no podría gobernar tu pueblo que es tan grande y numeroso, Cuando se habla la verdad recibes. Salomón recibió de parte de Dios sabiduría y le dijo conforme a tus palabras te es hecho. La Bendición de Jehová enriquece y no trae tristeza con ella, Salomón fue sincero, se dio cuenta que la solución era tener la sabiduría de Dios que es el consejo de Dios dicho en la Palabra de Dios. No pidió riquezas ni vida, cuando se tiene el consejo de Dios vas a vivir, y estarás prosperado(a) en todas las cosas.

Salomón Señoreaba sobre todos los reinos, conquistó y alcanzó promesas, corrige tu hablar y alcanzaras promesa, podrás conquistar.  Dirijamos a Dios nuestras oraciones más sinceras y corregimos nuestra conducta. Presta atención y Dios te dé entendimiento en todo.

CITAS MENCIONADAS:
Salmo 15:2-3                     Santiago 1:13                       Jeremías 17:10                  3 Juan 1:4
Salmo 51:6                        Romanos 8:27                      Juan 8:31-32                      2 Crónicas 1:7:12 
1 Reyes 3:5-4                    Salmos 34:13                       2 Crónicas 3:1                    Proverbios 10:22
Lucas 6:45                        Romanos 10:10                    3 Juan 2                             2 Corintios 4:4
Juan 10:10                        1 Reyes 4:21                         Proverbios 23:23               Juan 8:44
Hebreos 11:16                  Lamentaciones 3:40              Juan 15:5                           2 Timoteo 2:7.


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