"COMPLETOS"

``Completos´´

Vivimos en una sociedad donde primero está la aceptación que el amor propio y el amor sincero que podemos recibir de los demás. Siempre lo esencial es estar bien con uno mismo pero jamás sucede así.
 Nunca somos suficiente para nosotros mismos y siempre tratamos de buscar amor donde solamente encontramos sustitutos de amor, mas no el que necesitamos. Entre los intentos de sentirnos  bien, fracasamos y caemos en desilusión y perdemos la esperanza que teníamos de encontrar lo que tanto necesitamos.

Es increíble como una persona puede sentir tantas cosas a la vez y como sus emociones pueden mezclarse y echar a perder la felicidad que había antes. Y es sorprendente como puede surgir inseguridad en una persona y cambiarla completamente, y todo eso derivado del vacío que hay en su interior. Todos podemos fingir ser felices y actuar como si tuviéramos todo cuando verdaderamente estamos con una gran necesidad en nuestro interior; una necesidad de amor, porque el amor lo es todo.
El amor te enseña a confiar, conocer, a querer, valorar, a ser agradecido y sobre todo te ayuda a ser mejor. Pero esto no tuviera sentido sin Dios, porque Dios es amor.



Dios es el que sana las heridas, el que nos escucha cuando le hablamos, el que nos conoce de pies a cabeza y conoce hasta el último rincón de nuestro corazón.
Dios es el único que nos puede sacar del agujero en donde estamos, es el único que puede llenar ese vacío tan grande en nuestro interior, el único que nos puede levantar las veces que caigamos y el único que da segunda, terceras y cuartas oportunidades. Dios es el único que no promete bajarnos la luna a nuestros pies porque sabe que la luna no baja a la tierra.
Dios dispone todas las cosas para bien para las personas que lo aman, pero que lo amen de verdad. (Vea romanos 8:28)

Hay un 99% de probabilidad de que si disponemos nuestro corazón sinceramente para Dios, sabiendo que ya no podemos seguir sin Él, nuestra vida cambiara por completo. Porque en ningún lugar nos sentiremos más seguros, completos, auténticos, aceptados y amados que con Dios, solamente con Dios.

Yirel Pacheco.

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