Me gustaría compartir contigo una de mis experiencias en relación al perdón. Estaba un día hablando con un amiga, disfrutando de un buen tiempo juntas. La conversación era muy interesante, hasta que mi amiga nombró a alguien que me hizo mucho daño en el pasado.

De pronto, aunque yo pensaba que ya había perdonado a esa persona de todo corazón, una forma de resentimiento volvió a surgir a la superficie. Me sentía nervioso y enfadado, al menos interiormente. Tenía deseos de obtener algún tipo de venganza por lo que había ocurrido en el pasado. Sin embargo, la Palabra de Dios es clara: “No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor”  (Romanos 12:19).

Dios me enseñó una verdad importante en ese momento: tenemos que perdonar y “re-perdonar”. ¿Se trata acaso de una nueva doctrina? En absoluto, de hecho Jesús mismo habló de esto con Pedro, como leemos en Mateo 28:21-22 “Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete”.

¿Es posible que alguien nos haga daño 490 veces? Es posible, pero muy poco probable. Creo que lo que Jesús nos quiere enseñar aquí es que, cuando el recuerdo de esa herida vuelve, debemos perdonar y “re-perdonar”.

El perdón es una elección, pero el conservarlo también lo es. Decidí perdonar de nuevo a esa persona que me lastimó. Le re-perdoné, no porque me hubiese vuelto a ofender, sino porque el recuerdo mismo de la primera ofensa aún me hacía daño.

Te animo a perdonar y “re-perdonar”. Y créeme, yo también soy como tú. ¡Por eso necesito perdonar y “re-perdonar”! Pero por la gracia de Dios, es posible. 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Testimonio: Estaba segura de que Él me iba a sacar en victoria

Testimonio: Jesucristo Nuestro Gran Sanador Dr. Miguel Maldonado.

¿Escudriñas tu Vestidura?